¿Entiende la población a los meteorólogos?
Pendientes aún de los efectos de la gota fría, es conveniente hacer un análisis sobre si la población entiende el mensaje de los meteorólogos en situaciones adversas como esta.
Prácticamente una semana antes del inicio de las lluvias en el Mediterráneo, en redes sociales ya se empezaba a comentar el posible panorama meteorológico que al final, se ha acabado confirmando. Las situaciones de gota fría son realmente complicadas de prever, y no sería la primera vez que a pocos días de su llegada, la previsión sufre un giro y cambia de forma radical.
En los medios de comunicación hay que ser más comedido. No puede anunciarse una gota fría una semana antes. Sería una imprudencia, y además, provocaría una pérdida de credibilidad del meteorólogo y de su propia cadena si al final la previsión acabara siendo otra.
La labor que tienen los meteorólogos en todos los medios de comunicación cobra más importancia en situaciones como las que acabamos de vivir. Es la primera persona en informar a la población de lo que está por venir. Luego, protección civil y demás cuerpos y autoridades harán su trabajo, pero el primer contacto que tiene el espectador sobre el futuro meteorológico es con el presentador del tiempo.
Es por este motivo que la comunicación entre el presentador y el espectador debe ser lo más fluida y clara posible. No es fácil. Algunos términos requieren de una formación previa del espectador. ¿Se está haciendo bien en nuestro país?
La terminología, clave
El trabajo diario del meteorólogo y las explicaciones que se dan hoy en día en todos los canales de televisión, han hecho que el espectador ya tenga por la mano el significado de palabras como anticiclón o borrasca. Sabe traducirlas. Además, a lo largo de estos últimos años, se ha hecho un esfuerzo para explicar el porqué de cada una de las situaciones que nos afecta. En España considero sinceramente que se está haciendo bien.
Pero la inclusión de un vocabulario tan técnico no siempre es fácil. Desde hace unos años se está fomentando el uso de DANA en lugar de gota fría para definir episodios como el que estamos teniendo. Nuestro compañero Pedro Gavidia nos contó en este artículo la diferencia. Ahora bien, ¿qué va a entender el espectador cuando el meteorólogo le cuente que una DANA afectará al Mediterráneo?
Llevamos ya muchos días de inundaciones en el Mediterráneo. Todos los meteorólogos hemos hecho énfasis en la presencia de esta DANA desde el primer día y hemos contado por qué es más adecuado su uso en lugar de gota fría. ¿Ha calado en la población? No. ¿Por qué? Primero porque es un término nuevo que se desconoce. Segundo, porque gota fría se ha usado toda la vida y somos gente de costumbres. Costará cambiarlo. Y tercero, quizá lo más importante: cuando la población escucha gota fría entiende rápidamente el peligro que supone. No ocurre lo mismo con la palabra DANA.
Esto no ha pasado inadvertido por los medios de comunicación. A pesar de las recomendaciones de sus meteorólogos, han vuelto al uso de gota fría a lo largo de todos estos días. A pesar de ser más correcto DANA, gota fría sigue siendo más fácil de comprender para la población. Quizá necesitemos más años para que se extienda el uso de DANA. El tiempo dirá qué es lo que permanece.