Gran aumento del agua embalsada en España a lo largo de febrero
Por fin este mes se ha producido un gran aumento en la reserva de agua embalsada en nuestros pantanos, gracias a varios temporales atlánticos y al deshielo. ¿Cuánto y dónde ha sido mayor esta subida?
En esta ocasión los embalses traen buenas noticias. No en todas las cuencas, pero en general este mes ha habido aportes significativos por las precipitaciones de sucesivas borrascas que, principalmente, llegaron durante la primera decena, afectando sobre todo a la vertiente atlántica. Cabe destacar los grandes acumulados del occidente gallego, con estaciones que han superado los 400 l/m2.
La persistencia de la circulación del oeste ha mantenido las temperaturas relativamente elevadas para la época del año en la que nos encontramos, por lo que ha facilitado el deshielo en muchas áreas montañosas peninsulares, ayudando, aún más, a la recuperación de los embalses. El viento, en cambio, ha seguido siendo un factor negativo, ya que las rachas se han mantenido muy fuertes en muchos puntos, principalmente del norte de la Península.
Por tanto, entre las principales condiciones meteorológicas para la evaporación, solo ha sido adversa para la reserva de agua embalsada el viento, mientras que las demás han conseguido compensar la evaporación. Todo esto hace que por semanas tengamos que la reserva de agua aumentó en todas más que la media de los últimos 10 años.
Aumentos en el agua embalsada
Como decíamos, el flujo del oeste ha concentrado gran parte del protagonismo meteorológico, debido a una continuidad de borrascas que han aportado cantidades muy importantes de lluvia en muchas áreas de la vertiente atlántica, en especial en el oeste de Galicia y del sistema Central, con acumulados que superaron los 500 l/m2 en el municipio de Rois, La Coruña, y los 200 l/m2 en el norte de la provincia de Cáceres.
Con todo esto, los embalses más beneficiados deberían ser los de las cuencas gallegas y del Tajo. En el caso gallego, se han tenido que producir desembalses debido a que se encontraban con un porcentaje de ocupación muy elevado cuando se iniciaron los temporales, rondando, de media, el 75% de su capacidad, por lo que su aprovechamiento no ha sido el más idóneo.
En cambio, en la segunda cuenca sí que se ha podido recoger la mayoría de los aportes y nos encontramos con el embalse de Alcántara, en el río Tajo, que asume el 28% de toda la capacidad de la cuenca, al 75 % de su capacidad. Por todos estos factores la cuenca que más ha aumentado ha sido la del Tajo, con una subida durante el mes de casi el 38,0 %.
Disminución en el agua embalsada
El problema de los grandes almacenamientos de agua es la pérdida por evaporación. Si nos centramos en los factores de aspecto meteorológico, como son la temperatura, el viento y la radiación solar, nos encontramos que en febrero el factor principal que ha influido negativamente ha sido el viento y en parte la radiación solar, principalmente en las cuencas mediterráneas.
En particular, la zona peninsular en que las precipitaciones han sido bastante escasas corresponde con el nordeste, con áreas que apenas han llegado al 50 % de lo normal en febrero. La suma de todos estos factores hace que la cuenca de Cataluña Interna, con una disminución ligeramente inferior al 1 %, sea la menos favorecida este mes. También influenciada por desembalses de agua al estar su capacidad muy alta.
Sitúo en esta parte del estudio la situación que han vivido algunas cuencas del norte peninsular, en especial las de Galicia y la del Duero, que en la segunda y tercera semana del mes tuvieron que abrir sus compuertas algunos de sus pantanos para evitar posibles problemas en las presas.
Conclusiones
En teoría estamos terminando el período relativamente seco invernal en la mayoría de nuestras comarcas, principalmente del centro y del este, y se puede considerar que febrero está siendo muy húmedo en casi todas, con la excepción del tercio oriental de la Península. Este mes se ha ganado algo más del 11 % en el agua embalsada, que en estos momentos está al 63,65 %, un 5 % por encima de la misma fecha del año pasado y aproximadamente solo un 1% por debajo de la media de los diez últimos años.
En una situación normal, los temporales de lluvia atlánticos deberían ir sustituyendo a las irrupciones frías del norte y del noroeste más secas, así como al anticiclón invernal de bloqueo, por lo que es de esperar que los embalses, aún con gran déficit principalmente en el sur peninsular, puedan beneficiarse de las lluvias. Las cuencas del Guadalquivir y del Guadiana siguen rondando el 25 %, por debajo de su media de los diez últimos años, siendo la peor de todas esta última con tan solo el 40,7 % de su capacidad total.