En esta remota playa en plena selva de Panamá existe un pueblo indígena que vive en armonía con la naturaleza
En la panameña selva del Darién, junto a una histórica playa, todavía convive la comunidad indígena, todo un ejemplo de hospitalidad y respeto por la naturaleza adaptándose a las nuevas tecnologías.
Fue a mediados del siglo XVI cuando un contingente de soldados españoles se adentró por el antiguo Camino Real que conectaba la histórica urbe de Panamá, en el sur del Pacífico, con el puerto de Nombre de Dios, en el Caribe. Su tarea consistía en salvaguardar los tesoros de la conquista, conocidos como el "quinto real", y que era el tributo de oro y plata destinado a la Corona Española.
Sin embargo, en un giro inesperado, optaron por retener las riquezas del Perú y ocultarlas en una remota playa panameña de la selva del Darién, en la costa del Pacífico. El reparto del botín desató violentos enfrentamientos entre los desertores, dejando como único sobreviviente a un prófugo que trazó un mapa del tesoro antes de fallecer en Nueva Granada.
A pesar de sus esfuerzos, ninguno de los que intentaron hallar las riquezas sobrevivió, alimentando la leyenda de Playa Muerto, un enclave habitado por la comunidad indígena emberá.
Playa Muerto y la comunidad indígena emberá
La selva del Darién y la Playa Muerto, en Panamá, siguen siendo lugares todavía poco conocidos. Esta zona del país, apodada el "Tapón del Darién", ha sido escenario de diversos conflictos a lo largo de la historia. Y, a pesar de sus atractivos naturales, su reputación ha mantenido alejado al turismo, preservando su belleza virgen.
Por eso, no es extrañar que allí permanezca casi aislada la comunidad indígena emberá, una tribu que llama la atención por su hospitalidad y su autenticidad. Los emberá de Playa Muerto viven en armonía con la naturaleza, manteniendo sus tradiciones y costumbres ancestrales. Sus viviendas elevadas y sus prácticas sostenibles reflejan su profundo vínculo con el entorno selvático.
Además, esta comunidad, consciente de la importancia de preservar su cultura, ha sabido integrar tecnologías modernas sin perder su identidad.
Cómo llegar y qué hacer en Playa Muerto
Hoy en día, el sueño de los emberá de Playa Muerto es promover un turismo sostenible que permita a los jóvenes quedarse en su comunidad y preservar su legado. Por eso, desde la Cooperativa de Turismo de Playa Muerto R.L. organizan excursiones con sus propios guías, proporcionando una experiencia única a aquellos viajeros que buscan sumergirse en la naturaleza y en la cultura indígena.
En este rincón casi perdido de la selva del Darién también se puede disfrutar de una gran variedad de actividades. Entre otras, el senderismo, la observación de aves o el avistamiento de ballenas y de las tortugas marinas. También es posible visitar bellas cascadas en los alrededores, hacer surf, practicar la pesca deportiva, sumergirse en la gastronomía y en la artesanía emberá o deleitarse con las danzas tradicionales y las historias de esta comunidad indígena panameña.
A Playa Muerto se puede llegar viajando por carretera desde la ciudad de Panamá, capital del país homónimo, pasando por Puerto Quimba y Darién, para desde allí subir en una lancha rápida que en dos horas nos deja en nuestro destino. Otra opción es volar en avioneta desde el aeropuerto de Albrook a Jaque Darién, y luego tomar una lancha rápida hasta llegar al hábitat de la comunidad indígena emberá, donde se puede conseguir alojamiento en las cabañas comunitarias.
No lo demores más, y prepárate para disfrutar de la playa, de las palmeras, de los bosque vírgenes, de cascadas y de la hospitalidad de la comunidad indígena emberá, una experiencia inolvidable en Playa Muerto, Panamá.