En España hay pueblos fundidos en la roca, hacemos un repaso de los más espectaculares en Meteored
En acantilados de vértigo o el corazón de las montañas, hay pueblos españoles que parecen surgir de las piedras. Llenos de encanto y rodeados de naturaleza, son perfectos para hacer una escapada en los puentes y festivos que se avecinan.
Ingenio, necesidad… o una combinación de las dos cosas. Los pueblos enclavados en rocas son asentamientos humanos llenos de historia que se construyen aprovechando la complicada topografía de su entorno.
Ubicados a menudo en áreas montañosas o en regiones con formaciones rocosas prominentes, sus calles, estrechas y empinadas, e incluso sus casas, están construidas directamente sobre la piedra.
De aspecto pintoresco y vistas impresionantes, su construcción en terreno rocoso les confiere una gran resistencia a los elementos naturales. A veces, incluso han servido como refugios naturales en tiempos de conflicto.
En España, hay varios pueblos incrustados en rocas o construidos en entornos rocosos que resultan fascinantes. Vamos a recorrer algunos de ellos y a disfrutar de su singularidad arquitectónica.
Setenil de las Bodegas, en Cádiz
Ubicado en la provincia de Cádiz, en la comunidad autónoma de Andalucía, Setenil de las Bodegas es conocido porque muchas de sus viviendas están literalmente construidas bajo enormes peñascos de piedra caliza.
El origen del nombre del pueblo proviene del término latino "septem nihil", que significa "siete veces nada", posiblemente en referencia a las numerosas batallas y asedios que ha sufrido a lo largo de su historia.
Setenil de las Bodegas tiene una larga historia que se remonta a la época prehistórica, y ha sido habitada por romanos, árabes y cristianos a lo largo de los siglos. Este rico legado histórico se refleja en su arquitectura, tradiciones y cultura local.
Además de sus peculiares construcciones enclavadas en las rocas, Setenil de las Bodegas es conocido por su deliciosa gastronomía, que incluye platos típicos de la región de Andalucía. El pueblo también es visitado por sus bodegas, donde se produce y se puede degustar el vino de la región.
La Iruela, en Jaén
También en Andalucía, en la provincia de Jaén, encontramos La Iruela. El municipio se localiza en el corazón del Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, uno de los espacios protegidos más grandes de España y el segundo parque natural más extenso de Europa.
Uno de los principales atractivos de este municipio es su impresionante castillo, que se alza sobre un cerro rocoso dominando el pueblo y la vega del río Guadalquivir. Se trata de una fortaleza árabe que fue reconstruida y ampliada en época cristiana durante la Reconquista.
Además del castillo, La Iruela cuenta con un encantador casco antiguo de calles empedradas, casas blancas típicas de la arquitectura andaluza y rincones llenos de encanto.
Castellfollit de la Roca, en Girona
Situado en la comarca de La Garrotxa, en la provincia de Girona, en Cataluña, Castellfollit de la Roca tiene fama por su impresionante ubicación en lo alto de un acantilado de basalto formado por la erosión del río Fluvià y del río Toronell, que han creado una pared de roca vertical de más de 50 metros de altura y casi un kilómetro de longitud.
El pueblo se caracteriza por su particular arquitectura, con casas de piedra construidas en la cima del acantilado. Su origen se remonta a la Edad Media, y su núcleo histórico conserva un importante patrimonio arquitectónico, como la iglesia parroquial de Sant Salvador, de estilo neoclásico, y la capilla de Sant Roc.
Además de su belleza paisajística y arquitectónica, Castellfollit de la Roca es un destino turístico popular en esta comarca, especialmente para aquellos que disfrutan del senderismo y la naturaleza, ya que se encuentra cerca del Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa, un área protegida que cuenta con más de 40 conos volcánicos y una gran diversidad de paisajes.
Guadalest, en Alicante
Otro pueblo construido sobre una formación rocosa de piedra caliza y especialmente pintoresco es Guadalest, en la provincia de Alicante, en la Comunidad Valenciana.
El municipio se encuentra rodeado por las montañas de la Sierra de Aitana, que, en algunos casos, forman parte de la propia estructura de viviendas.
Entre los principales puntos de interés de Guadalest se encuentra su castillo, una antigua fortaleza árabe que se encarama en lo alto del peñasco y ofrece una impresionante panorámica del valle y el embalse. También destacan la Iglesia de San José, el Museo de Microminiaturas y el Museo de Saleros y Pimenteros.
Alcalá del Júcar, en Albacete
En la provincia de Albacete, en la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha, encontramos Alcalá del Júcar y su espectacular ubicación en las hoces del río Júcar, donde las casas y edificios del pueblo se encuentran construidos sobre un impresionante promontorio rocoso que domina el valle.
El casco histórico, declarado Conjunto Histórico-Artístico, es digno de visitar para disfrutar de monumentos como la iglesia de San Andrés Apóstol, construida en el siglo XVIII, o del castillo, que se encumbra en la parte más alta del pueblo y ofrece unas vistas bellísimas del entorno.
Una de las principales atracciones de Alcalá del Júcar son sus cuevas, excavadas en la roca caliza a lo largo de los siglos y utilizadas como viviendas, bodegas y almacenes.
Muchas de estas cuevas están abiertas al público y se pueden visitar para conocer más sobre la historia y la forma de vida tradicional del pueblo.