Emergencias meteorológicas: consejos de seguridad alimentaria antes, durante y después

Cuando los expertos y autoridades dicen que nos preparemos para fenómenos meteorológicos extremos, sabemos (tristemente) que podemos tener inundaciones repentinas o prolongados cortes de luz. En estas situaciones, la seguridad alimentaria es clave para evitar problemas de salud.

dana
Frente a una emergencia meteorológica sólo podemos adelantarnos y planificar.

Presentamos una guía práctica sobre cómo preparar y gestionar los alimentos antes, durante y después de una DANA o un episodio de tiempo adverso: así conseguiremos minimizar riesgos y garantizar una alimentación segura.

Antes de una DANA o cualquier emergencia meteorológica

Lo ideal es anticiparse a la llegada de las lluvias torrenciales y otros fenómenos adversos, preparando la despensa y la nevera para minimizar las pérdidas, reduciendo reducir el riesgo de enfermedades alimentarias. Estos son algunos consejos prácticos.

1. Selecciona alimentos no perecederos. Ante la posibilidad de cortes eléctricos prolongados, es fundamental abastecerse de alimentos que no requieran refrigeración ni cocción. Opta por:

- Conservas de legumbres, pescados, verduras y frutas, mejor en lata que en tarro de cristal.

Conservas
Las conservas de pescado, verduras o legumbres serán los grandes aliados. Mejor en lata que en tarro de cristal por si se caen.

- Frutos secos, semillas, barras energéticas y alimentos deshidratados.

- Galletas, pan integral envasado.

- Leche o bebidas vegetales en formato UHT.

2. Calcula la cantidad adecuada. Asegúrate de tener suficientes alimentos no perecederos para cubrir las necesidades de tu familia durante al menos tres días. Calcula también la cantidad de agua potable, ya que se recomienda tener al menos 3 litros por persona al día. Ten en cuenta que se utilizará también para cocinar.

3. Congela alimentos estratégicamente. Si cuentas con congelador, aprovecha para congelar alimentos que puedan aguantar varios días a bajas temperaturas incluso si se va la luz. Mete dentro del congelador los bloques congeladores como los que se llevan en las neveras de playa para ganar un poco de tiempo si se va la luz.

4. Prepara un "kit de emergencia" alimentario. Incluye abrelatas manual, utensilios de cocina, platos y vasos desechables, y un hornillo de gas para poder calentar comida sin electricidad.

Durante la emergencia meteorológica

Cuando el momento más complicado del episodio adverso ya está en marcha y puede que estés lidiando con cortes de luz o inundaciones, es crucial seguir ciertas pautas para mantener la seguridad alimentaria.

1. Prioriza el consumo de alimentos frescos. Si pierdes el suministro eléctrico, consume primero los alimentos que estén en la nevera. En general, la nevera mantiene una temperatura adecuada durante unas horas 8 si no la abres constantemente. El congelador puede mantener los alimentos seguros entre 24 y 48 horas si permanece cerrado.

nevera
Evita abrir y cerrar la nevera y el congelador para mantener el frío. No lo llenes demasiado, será menos eficiente.

2. Controla la temperatura de los alimentos. Si la temperatura supera los 5 °C durante más de 2 horas, descarta productos perecederos como carnes, lácteos o alimentos cocinados.

La nevera cerrada mantiene la temperatura unas 8 horas y el congelador, 48 horas. Siempre que no se abran.

3. Evita abrir la nevera y el congelador. Mantén la puerta de la nevera y el congelador cerradas tanto como sea posible para preservar la temperatura interna y evitar que los alimentos se estropeen rápidamente.

4. Ten cuidado con el agua de consumo. En caso de inundación, el agua potable puede contaminarse. Utiliza agua embotellada. Si no tienes, no quedará otra que hervir la que haya, pero la recomendación es utilizar agua embotellada.

¿Qué hacer cuando acabe el episodio?

Ya hemos hablado de ello, pero te dejamos un resumen.

1. Descarta alimentos sospechosos. Ante la duda, mejor prevenir. Si algún alimento estuvo en contacto con aguas de inundación o si tienes dudas sobre su estado, lo mejor es tirarlo. Esto aplica especialmente a productos envasados en plástico, tetrabriks o cartones, ya que pueden no ser seguros si han estado en contacto con agua contaminada.

2. Revisa el estado del congelador. Si han pasado más de 48 horas sin electricidad, revisa los alimentos congelados. Si alguno está a medio descongelar, pero aún tiene cristales de hielo, se puede cocinar inmediatamente. Si están completamente descongelados y han superado los 5°C, deséchalos.

basura
No te la juegues, si dudas, tíralo.

3. Limpia y desinfecta la cocina. Si tu cocina se ha inundado, realiza una limpieza primero con detergente y agua caliente y posterior desinfección a fondo. Usa lejía diluida en agua fría (20 ml – una cucharadita- por cada litro de agua) para desinfectar superficies, utensilios y cualquier otro objeto que haya estado en contacto con el agua.

4. Haz un inventario postormenta. Tómate el tiempo de revisar toda la despensa y nevera para hacer una evaluación de lo que puede seguir siendo útil y lo que debe ser desechado. Esto te ayudar�� a reabastecerte con lo necesario de cara a futuras emergencias.

Consejos adicionales para la seguridad alimentaria en situaciones de emergencia

- Etiqueta y organiza los alimentos: Antes del episodio, etiqueta los alimentos congelados con fechas para tener un control claro. Coloca los productos que se deben consumir primero en la parte delantera de la despensa (esto hazlo siempre).

- Ten cuidado con los alimentos enlatados: Si las latas se han golpeado, presentan abolladuras o están hinchadas, deséchalas. Podrían contener toxinas peligrosas.

- Confía en tus sentidos: Si un alimento tiene un aspecto, olor o textura inusual, no lo consumas, incluso si la fecha de caducidad parece estar bien.

Es posible que un alimento tenga un aspecto normal y esté contaminado, pero segurísimo que si no tiene un aspecto normal, lo está.

En estos casos no nos queda otra que la anticipación, planificación y el sentido común. Son las mejores herramientas para gestionar los alimentos en medio de una emergencia climática.