Embalses en septiembre: 8% por debajo del promedio de la última década
Aún con una DANA, una borrasca atlántica del oeste y una borrasca de gran impacto, la disminución en la reserva de agua embalsada en nuestros pantanos continuó. ¿Cuánto y dónde ha sido mayor este descenso?
En este mes de septiembre, los aportes se han producido por precipitaciones debidas a una DANA con tormentas en el nordeste peninsular y en Baleares; una borrasca atlántica inusual para estas fechas, regando la mitad sur peninsular, y finalmente una irrupción del noroeste debida a la borrasca Odette, que afectó, principalmente, al extremo norte.
Por el contrario, las temperaturas han sido elevadas en la mayoría de las comarcas. También ha habido períodos con vientos de fuertes, incluso muy fuertes, y con la humedad relativa baja, por lo que la evaporación se ha visto potenciada. Condiciones, en general, adversas para la reserva de agua embalsada.
Por todo esto, la reserva de agua en septiembre ha descendido más que la media de los últimos 10 años, con excepción de la última semana, momento en el que se aprovecharon mejor las precipitaciones importantes y la disminución fue menor.
¿Aumentos en el agua embalsada?
Como hemos visto al principio, este mes tuvo varios momentos importantes de precipitaciones. Trataré principalmente el que aconteció entre los días 18 y 22, con una borrasca atlántica y aportaciones entre los 150 y 200 l/m2 en la parte sur de los sistemas montañosos Central y Pirineos, central y oriental.
Por tanto, los embalses de las cuencas de Guadiana, Tajo y Cataluña Interna debieron ser los más beneficiados. Analizando todos los casos, solo los embalses más cercanos a las cabeceras de sus respectivos ríos recibieron un aporte hídrico reseñable, que corresponden a Cataluña Interna.
Los embalses con mayor incremento fueron La Baells en el río Llogregat, con el 6 % de toda la capacidad de la cuenca y que se encuentra a menos de 20 kilómetros de la zona pluviométrica de Berga, y el de Susqueda en el río Ter, uno de los embalses más grandes. Susqueda, que alberga el 12 % de la capacidad de Cataluña Interna, a pesar de estar alejado 50 kilómetros de la zona de precipitación de San Pau de Seguries, recogió todo sus aportes hídricos.
Por estos factores, la cuenca que menos ha disminuido fue la de Cataluña Interna, con un descenso durante el mes del 3,0 %.
Mayores disminuciones en nuestras reservas
El problema de los grandes almacenamientos de agua es la pérdida por evaporación. Si nos centramos en los factores de aspecto meteorológico, como son la temperatura, el viento y la radiación solar, nos encontramos con que en septiembre las temperaturas, tanto las máximas como las mínimas, han vuelto a superar los valores normales, en especial en Galicia y en el área cantábrica.
Las rachas muy fuertes que se produjeron durante las tormentas y, en especial, en el episodio provocado por la borrasca Odette durante los días 25 y 26, también han ayudado mucho a la pérdida de agua. Este factor hace que las cuencas del Miño-Sil y del Cantábrico Occidental, con un descenso superior al 22 % y al 16 %, respectivamente, sean las más perjudicadas.
Conclusiones
Aún teniendo en cuenta que ya ha pasado el verano y que septiembre se podría considerar muy húmedo, durante las últimas cuatro semanas hemos perdido casi el 6% del total del agua embalsada. En este momento nuestros embalses están al 46,51 % de su capacidad, cuatro puntos porcentuales más que el año pasado en estas mismas fechas, pero un 8 % por debajo de la media de los diez últimos años.
En una situación normal deberíamos estar a punto de empezar los temporales de lluvia atlánticos y los temidos del mediterráneo, pero aún así debemos vigilar mucho la situación en el sur peninsular, especialmente las cuencas del Guadiana y del Guadalquivir, que se encuentran casi un 30 % por debajo de su media de los diez últimos años.