Embalses en julio: 8% por debajo del promedio de la última década
Hemos tenido un mes típicamente veraniego, por lo que disminuyó la reserva de agua embalsada en nuestros pantanos. ¿Cuánto y donde ha sido mayor este descenso?
Por todos es conocido que en España el caudal de los ríos es muy irregular, consecuencia de la climatología y, además, hay gran escasez de lagos, por lo que se hace necesario regular los ríos, construyendo presas e inundando valles.
Nuestros embalses almacenan agua destinada a diversos usos, como son el abastecimiento a ciudades e industrias, la producción de energía eléctrica, el riego, el control de avenidas y la recreación. El uso múltiple de un embalse es lo más frecuente, especialmente la combinación del regadío y el aprovechamiento hidroeléctrico. La construcción de embalses en cadena, unos a continuación de otros en el mismo valle, permite controlar en mayor grado el uso y la gestión del agua al regular directamente las entradas y salidas de caudal.
¿Aumentos en el agua embalsada?
Por todas estas cosas es fundamental el uso racional de nuestras reservas hídricas, tanto las superficiales como las subterráneas. Los aportes para ambas se producen únicamente por la precipitación, bien directa o bien la que se acumula en forma de nieve o hielo en las montañas y que posteriormente, con el deshielo, llegará a nuestros ríos.
En este mes de julio, los aportes hídricos se han producido por tormentas, siendo prácticamente inexistentes los del deshielo, por lo que fueron muy irregulares, produciéndose principalmente en los sistemas montañosos y más abundantes en los Pirineos.
Una situación de vientos del este también aportó cantidades importantes en el área costera de las comunidades catalana y valenciana, pero que poco se aprovechó, al no penetrar las lluvias mucho hacia el interior, sobre todo en la segunda comunidad, que es donde se encuentran los pantanos en estas comarcas.
Por todos estos factores la cuenca que menos ha disminuido fue la interna de Cataluña, con un descenso durante el mes de algo más del 1%.
Mayores disminuciones en nuestras reservas
El problema de los grandes almacenamientos de agua es la pérdida por evaporación. Si nos centramos en los factores de aspecto meteorológico, como son la temperatura, el viento y la radiación solar, nos encontramos que este julio las temperaturas superaron ligeramente a los valores normales, principalmente en los últimos días del mes y en especial en el centro y sur peninsulares. Los otros dos factores también han contribuido enormemente en la evaporación, destacando las rachas muy fuertes que se produjeron durante las tormentas, en especial en las cuencas del Tajo, del Guadiana y del Guadalquivir que provocó una disminución entre el 10 y el 12% del agua embalsada.
La escasez de nubosidad en el noroeste peninsular, cuencas de Galicia y del Cantábrico occidental, debido a los pocos frentes nubosos que llegaron hasta esas zonas, provocó una aumento de radiación solar y, por tanto, una disminución muy importante de la reserva de agua en esas dos zonas, que perdieron entre el 10 y el 11% de sus reservas.
Conclusiones
Teniendo en cuenta que estamos en la parte más dura del verano, durante este mes se perdió casi el 6% del total del agua embalsada, en estos momentos está al 58,7%, aunque aún se está un 6% por encima de la del año pasado, pero nos encontramos un 8% por debajo de la media de los diez últimos años.
Si se mantiene la situación de bloqueo anticiclónico, unido a las altas temperaturas que se espera sigan alcanzándose en esta época del año, nos obligará a vigilar mucho la situación en todo el país, especialmente en las cuencas del Guadiana, del Guadalete-Barbate y del Guadalquivir, que respectivamente se encuentran un 31%, un 28% y un 27% por debajo de su media de los diez últimos años.