¿En qué estado acaban el año nuestros embalses?

Con dos borrascas de gran impacto y varios temporales atlánticos, la reserva de agua embalsada en nuestros pantanos aumentó casi en todas sus cuencas. ¿Cuánto y dónde ha sido mayor esta subida? Así son los datos con los que cerranos el 2020.

Río Ebro a su paso por Zaragoza y la Basílica de la Virgen del Pilar.
Río Ebro a su paso por Zaragoza en la última crecida de mediados de mes. Fuente: Heraldo de Aragón.

La reserva de agua embalsada en nuestros pantanos ha aumentado a lo largo del mes de diciembre. Los aportes han llegado fundamentalmente a través de las precipitaciones de las borrascas Dora y Ernest. Ambas depresiones aportaron importantes nevadas en las montañas de la mitad norte peninsular, en especial en las del tercio más septentrional.

Después cambió el flujo del viento hacia el oeste, más cálido, también con precipitaciones y un ascenso de temperaturas que provocó un importante deshielo, con gran aporte hidrológico a los ríos gallegos, de la vertiente cantábrica y de los afluentes del Ebro, que incluso ha tenido una crecida y desbordamientos puntuales. También ha habido lluvias provocadas por temporales atlánticos, que principalmente han afectado al Sistema Central, a su parte occidental y central, a la sierra de Grazalema y puntualmente al interior de Cataluña.

En la mitad septentrional peninsular el viento ha sido fuerte o muy fuerte en bastantes ocasiones. Y solo nos salva que la humedad relativa sí que se ha mantenido en la línea de normalidad para esta época del año. Las primeras condiciones, sí son adversas para la reserva de agua embalsada, aunque las precipitaciones, el deshielo y la nubosidad bastante abundante, han conseguido compensar a la evaporación. Por semanas la reserva de agua se mantuvo o aumentó más que la media de los últimos 10 años, con la excepción de la última, que ha sido inferior.

Aumentos en el agua embalsada

Como hemos visto al principio, este mes ha tenido varios momentos importantes de precipitaciones. Para la reserva hídrica, lo más destacado fue el deshielo de las nevadas acumuladas hasta el día 10 y a continuación los temporales de lluvia que han afectado a Galicia.

Los embalses con la mejoría más clara corresponden a los de Galicia Costa y del Miño-Sil. En la primera cuenca se ha producido un aumento de casi el 35%.

Con esto, los embalses que más se han beneficiado han sido los de las cuencas de Galicia Costa y del Miño-Sil. Analizando todos los casos, los que han recibido en porcentaje más aporte hídrico son los que corresponden a la primera.

El embalse más beneficiado es el de Fervenza, en el río Xallas, uno de los mayores de la cuenca, con el 15% de su capacidad, que está situado en una de las zonas de mayor precipitación, como está siendo el suroeste de la provincia de La Coruña. Por todos estos factores la cuenca que más ha aumentado ha sido la de Galicia Costa, con una subida durante el mes de casi el 35,0%.

Cascada del Jallas o cascada del Ézaro o Fervenza do Ézaro en gallego, en el río Jallas.
Cascada del Jallas o cascada del Ézaro o Fervenza do Ézaro en gallego, en el río Jallas, cuyo último tramo antes de la desembocadura termina en una cascada de unos 40 metros. Fuente: Adobestock y Wikipedia.

Menores aumentos en nuestras reservas e incluso una disminución

Como sabemos, el problema de los grandes almacenamientos de agua es la pérdida por evaporación. Si nos centramos en los factores de aspecto meteorológico, como son la temperatura, el viento y la radiación solar, nos encontramos que este diciembre los valores termométricos, principalmente los máximos, han vuelto a superar los valores normales, en especial en el sur de la Península.

De los otros dos factores, solo contribuyó el viento, con rachas muy fuertes en muchos puntos peninsulares; mientras que la radiación solar no lo hizo tanto, cada vez menos horas de luz, más nubosidad o nieblas. La suma de todos estos factores hacen que la cuenca Mediterránea Andaluza, con un aumento ligeramente superior al 2%, sea la menos favorecida en este mes.

Sitúo en esta parte del estudio la situación que han vivido algunas cuencas del norte peninsular, en especial las del Cantábrico donde ha sido tal la acumulación de agua que en la tercera y cuarta semana del mes tuvieron que abrir sus compuertas muchos de sus pantanos, para evitar posibles problemas en las presas. Incluso la del Cantábrico Occidental está terminando el mes en negativo.

Embalses diciembre 2020
Casi todos los embalses han aumentado los recursos, pero aún no lo suficiente para igualar el promedio de la última década.

Conclusiones

Hemos concluido el período húmedo otoñal en la mayoría de nuestras comarcas y se puede considerar que diciembre está siendo entre seco y normal desde el punto de vista de las precipitaciones generales, aún así durante este mes se ganó en el agua embalsada, en estos momentos está al 50,96%, pero ya se está un 4% por debajo de la misma fecha del año pasado y nos encontramos aproximadamente un 7% por debajo de la media de los diez últimos años.

En situación normal los temporales de lluvia atlánticos deberían ser sustituidos por las irrupciones frías del norte, más secas y por el anticiclón invernal de bloqueo. Debemos vigilar mucho la situación de nuestros embalses, principalmente en el sur peninsular, ya que las cuencas del Guadiana y del Guadalquivir, siguen rondando el 30%, por debajo de su media de los diez últimos años, siendo la peor de todas esta última con tan solo el 32,63% de su capacidad total.