Embalses en situación preocupante: pronto podrían llegar restricciones
Salvo contadas excepciones, este mes está siendo muy seco, por lo que continuamos con el descenso de la reserva de agua. En el conjunto del país, ya está por debajo del 30% de su capacidad. Veamos a continuación cómo están evolucionando nuestros embalses.
Varios han sido los episodios de precipitación durante octubre, el de primeros de mes, del 2 al 4, que afectó a la mayoría de las regiones y la DANA del 22 al 23, que principalmente regó el sureste peninsular y las Baleares. En lo que llevamos de mes y para observatorios principales, la máxima cantidad de agua recogida, hasta el momento, son los 110,4 l/m2 del aeropuerto de Vigo. Aunque hay estaciones (no principales) que, debido a las lluvias torrenciales del sudeste, han medido cantidades más elevadas.
En la otra cara de la moneda hay algunas áreas peninsulares, en especial del sur y suroeste, donde las precipitaciones están siendo muy escasas. Con todas estas particularidades, podemos considerar, hasta ahora, a octubre un mes muy seco en el conjunto de la Península.
Las temperaturas están por encima de la media, sobre todo los valores nocturnos, aunque durante los últimos días se están normalizando en todos los casos. Las rachas de viento han estado ligadas a las perturbaciones, por lo que no han sido muy duraderas y en el resto del mes no están siendo una variable importante. El otro factor a tener en cuenta es la humedad relativa, que durante este mes se la puede considerar inferior a sus valores normales.
Por tanto, de las principales condiciones meteorológicas para la evaporación, solo el viento no está siendo adverso para nuestros embalses.
Solo un episodio de lluvias beneficioso
Como decíamos, este mes ha tenido dos momentos importantes de precipitaciones. Para la reserva hídrica, el más destacado fue el de los días 2 al 4 que trajo agua a la mayoría de las regiones, en especial a la mitad norte peninsular y en particular al oeste de Galicia.
Los embalses que más se deberían haber beneficiado de esta situación tenían que haber sido los de las cuencas de Galicia, Duero y Ebro. Curiosamente, según los datos recogidos hasta ayer, las zonas que están en verde son las del Tajo y las del Guadiana, que gracias a esas precipitaciones de principio de mes, han conseguido aguantar el resto de las semanas, hasta llegar a un balance mensual positivo, siendo la cuenca que más ha aumentado la del Guadiana, con una subida ligeramente superior al 2,0%.
La radiación solar sigue siendo un problema
Como sabemos, el problema de los grandes almacenamientos de agua es la pérdida por evaporación. Los factores que más influyen en ella son la temperatura, el viento y la radiación solar. En este mes de octubre los más negativos han sido el primero y el último, en este caso, aunque ya las horas de Sol son menos que las de oscuridad, la ausencia de nubosidad ha provocado que su efectividad haya sido muy alta.
Mantenemos la vigilancia en varios pantanos que el factor humano ha trastocado su evolución, sufriendo grandes desembalses durante los últimos meses, principalmente en las cuencas del Duero y del Ebro. Los escogidos, como en balances anteriores, son el de Ricobayo en Zamora, que fue vaciado hasta el 11%, con un 13% en la actualidad y el de Mediano, en Huesca, que lo dejaron a un 17%, estando en estos momentos al 24% de su capacidad.
La escasez de precipitaciones y el dominio anticiclónico, con sus cielos poco nubosos, hace que la cuenca más perjudicada en este mes sea, nuevamente, la del Cantábrico occidental, con una pérdida ligeramente superior al 8%. Y cuidado porque se continúa con el vaciado de uno de los pantanos principales de esta cuenca, el de Salime, que ya está un 7% por debajo del nivel más inferior de los últimos 10 años.
Conclusiones
Ya hemos pasado el primer tercio del otoño, momento más propicio para nuestros embalses y la situación, en vez de mejorar, continúa empeorando, ya que durante este mes aún hemos perdido algo más del 1% en el agua embalsada, que en estos momentos está al 38,81%, un 7% inferior a la misma fecha del año pasado. Además, nos encontramos por debajo de la media de los diez últimos años, en algo más de un 12%.
En situación atmosférica normal, ya claramente dentro del otoño, deberíamos tener temporales atlánticos; pero de todas maneras hay que seguir vigilando mucho la situación de nuestros embalses, principalmente en el sur peninsular, ya que la cuenca del Guadalquivir es la peor de todas con tan solo un 26,07% de su capacidad. Siendo la más alejada de su media de 10 años, la de Guadalete-Barbate, por debajo casi un 29%.