El imborrable recuerdo de Pilar Sanjurjo
El pasado 6 de abril de 2022 falleció Pilar Sanjurjo. Esta meteoróloga se hizo muy popular en la década de 1970 y a principios de los años 80 gracias a sus intervenciones en TVE. Fue la primera mujer del tiempo en televisión en España y una destacada meteoróloga especializada en predicción marítima.
El pasado miércoles (6 de abril de 2022) falleció a los 80 años de edad la recordada meteoróloga Pilar Sanjurjo, quien durante los años 70 y principios de los 80 gozó de una gran popularidad gracias a sus intervenciones en TVE, siendo la primera mujer del tiempo de televisión en España. Natural del pueblo coruñés de Sada, en la ría de Betanzos, María del Pilar Sanjurjo Carro vino al mundo el 7 de noviembre de 1942 y veintisiete años más tarde –el 8 de julio de 1969– ingresó en el Cuerpo Especial Facultativo de Meteorólogos del entonces Servicio Meteorológico Nacional (SMN), la actual AEMET, al que perteneció durante 37 años, hasta su jubilación, el 7 de junio de 2006.
En 1968, al poco de licenciarse en Ciencias Físicas por la Universidad de Madrid (renombrada oficialmente Universidad Complutense de Madrid en 1970), y tras haber recibido las enseñanzas de Física del Aire –entre otros– del insigne Francisco Morán, tomó la decisión de opositar a una de las 10 plazas de meteorólogos del SMN que se ofertaron en noviembre de aquel año, algo que había estado vetado a las mujeres desde la Guerra Civil hasta 1965.
Doce días antes de que el astronauta estadounidense Neil Armstrong diera aquel pequeño paso sobre la superficie lunar que supuso un gran salto para la humanidad, en España dos mujeres dieron otro importante paso al convertirse en meteorólogas por derecho propio y justa igualdad. Dolores Parra y Pilar Sanjurjo (que quedó la segunda de la promoción, por detrás del meteorólogo Ricardo Font) volvieron a abrir la puerta a las mujeres al Cuerpo Especial Facultativo de Meteorólogos. En el caso de Pilar, la cosa no solo quedó ahí.
Tempranos inicios en televisión
En el verano de 1968, antes de comenzar la oposición, su amistad con Eugenio Martín Rubio hizo que éste propusiera a la dirección de TVE que la, por entonces, joven Pilar –física y aspirante a meteoróloga– le sustituyera durante sus vacaciones de verano. Curiosamente así fueron también los inicios en televisión de Martín Rubio, en 1957, cubriendo en este caso a Mariano Medina sus días de vacaciones. Pilar Sanjurjo pasó esa primera prueba con nota alta, dando muestras de su valía frente a las cámaras.
Su inconfundible y marcado acento gallego junto a la manera natural de expresarse y la rigurosidad con la que exponía el pronóstico, hicieron que a partir de ese momento contaran con ella. Por aquel entonces Fernando Medina presentaba el tiempo en el telediario de las 8 de la mañana, Mariano Medina hacía lo propio en el de la tarde (15 h) y Eugenio Martín Rubio era el encargado del de la noche (22 h).
Recién aprobada la oposición, llegó el momento de elegir destino. Al ocupar un puesto tan alto (el segundo) en su promoción, tuvo la opción de elegir buenos destinos, mirando por sus intereses. Vio la oportunidad de regresar a su tierra, ya que una de las plazas a las que podía optar era en la Escuela Naval de Marín, en Pontevedra, pero tal y como señaló en 2006, nada más jubilarse, en una extensa entrevista que concedió a la RAM: “existió cierta presión, por ser mujer, para que no pidiera (dicha plaza) como era mi deseo y fue ocupada por un compañero que iba detrás de mí en la orden de petición”. Finalmente, su primer destino fue la oficina meteorológica del aeropuerto del Prat, en Barcelona.
El año 1970 siguió en Madrid, realizando el curso de Meteorólogos en la sede central de la Ciudad Universitaria, donde recibió clases, entre otros, de Mariano Medina y también de Carlos Zabaleta, quien le inculcó el interés por la meteorología marítima, que cultivó con brillantez algunos años después. Durante esa etapa intervenía a demanda en TVE tanto para cubrir las bajas, previstas o imprevistas, así como las vacaciones de los hermanos Medina y de Martín Rubio. En 1971 ocupó ya su plaza de Barcelona, lo que no le impidió seguir interviniendo cada cierto tiempo en televisión, llevando a cabo los directos desde los antiguos estudios de Miramar de TVE, en Montjuic.
Al año siguiente, en 1972, por sugerencia de Mariano Medina, que por aquel entonces era el Jefe del Centro de Análisis y Predicción (CAP) del SMN, Pilar dio el salto de Barcelona a Madrid. Mariano Medina le encomendó los ensayos de los modelos numéricos de predicción, en fase de desarrollo, si bien se incorporó a una plaza en la sección de Meteorología Marítima que dirigía Zabaleta. Con Pilar Sanjurjo en Madrid, fue a partir de ese momento cuando comenzó a hacerse muy popular gracias a la televisión. Aparte de Mariano, Fernando y Eugenio, también estaba en TVE Manuel Toharia, por entonces ayudante de Meteorología, que en 1969 comenzó a presentar el tiempo en un telediario de nueva creación, a medianoche.
No mucho más tarde de que Pilar recalara en su nuevo destino de Madrid, Eugenio Martín Rubio salió de TVE y se incorporó a Iberia, donde había un departamento de Meteorología en Operaciones de Vuelo. Toharia pasó a presentar el tiempo del Telediario de la noche (21 h) y Pilar Sanjurjo se encargó del de madrugada. No pasó mucho tiempo hasta que Toharia se embarcó en nuevos proyectos televisivos y también fuera de la televisión, iniciando su conocida trayectoria como divulgador científico. Pilar pasó a presentar el tiempo del Telediario de las 21 h y también en la segunda cadena (UHF), una labor que mantuvo durante el resto de la década de los 70 y principios de los 80, hasta que la Ley de Incompatibilidades forzó su salida de TVE, junto a la de los hermanos Medina, a principios de 1985.
Meteorología Marítima y Predicción
Durante los 16 años que Pilar Sanjurjo salió en televisión, compaginó esa parte tan visible de su trabajo con su labor en el CAP, centrada en la elaboración de predicciones marítimas. Allí en la sala de predicción trabajaba a turnos y, aparte de Zabaleta, uno de los compañeros meteorólogos de los que más aprendió fue Antonio Naya. Tal y como recuerda el también meteorólogo Ángel Rivera en su libro “Compartiendo el tiempo” (Punto Rojo, 2016): “El Centro de Predicción tenía la responsabilidad de realizar las predicciones marítimas de alta mar con sus correspondientes avisos de temporal dos veces al día, así como los análisis de temperatura del agua del mar y de oleaje y el mapa revisto de oleaje, todos ellos difundidos por facsímil”. En esas tareas estuvo involucrada muchos años Pilar Sanjurjo.
Finalizada su etapa en TVE, en 1985, Pilar siguió trabajando en el CAP del entonces INM, ocupando la plaza de Jefe de Turno hasta que se jubiló. En 1988 tuvo la oportunidad de formar parte del primer equipo español de Meteorología que participó en una campaña antártica.
Promovida, no con pocas dificultades y con mucho empeño, por Juan María Cisneros, aquel año viajaron al continente blanco –a la base Marambio– en el rompehielos argentino Almirante Irizar, aparte de los citados Pilar y Juan María, Manuel Bañón (que llegó a ser jefe de la base Juan Carlos I en dos campañas antárticas e instaló los primeros instrumentos de su estación meteorológica) y Félix Gutiérrez. El lanzamiento de globos sonda para medir ozono estratosférico (en la época en la que se había detectado el famoso “agujero”) fue el principal objetivo de aquella pionera campaña, que abrió el camino a las que siguieron después hasta nuestros días.
De Pilar Sanjurjo nos queda su recuerdo y buen hacer. Su timidez hizo que no llevara del todo bien la popularidad que le dio la televisión. En la sala de predicción del SMN-INM sus compañeros la recuerdan muy exigente y perfeccionista en el ejercicio de sus responsabilidades. Seria y con carácter cuando la situación lo requería, pero muy familiar y humana en el trato personal. Las palabras de recuerdo que tuvo hacia su jefe, compañero y amigo Mariano Medina en el homenaje póstumo de noviembre de 2008, celebrado en el pueblo natal del recordado meteorólogo, emocionó a todos los presentes, entre los que se encontraba quien suscribe estas palabras. Descanse en Paz.