El viento nos ha hecho ahorrar dinero

Sí, ha sido pesado e incluso por momentos insoportable, pero también tiene su parte buena. Cada racha era un aporte a la hucha, ¿cómo? Gracias a la energía eólica.

monedas
El viento ha sido molesto y ha dejado desperfectos, pero también unas cuantas monedas en la hucha.

Los últimos días han sido, probablemente, los más adversos de lo que llevamos de invierno en nuestro país. Las nubes, la lluvia, el frío y el viento han dejado jornadas muy desapacibles. Este último llegó a soplar con rachas superiores a los 100 kilómetros por hora en el norte, este peninsular y Baleares, derribando árboles y dañando mobiliario urbano. En el interior peninsular, parapetados entre las lomas, los aerogeneradores aprovecharon el vendaval para batir sus aspas y rozar el récord.

Según Red Eléctrica España (REE), el miércoles la generación eólica alcanzó los 16.600 megavatios (MW) de potencia instantánea. Esa cifra queda muy cerca de la plusmarca que data del 29 de enero de 2015. Aquel día el viento sopló en la justa medida para proporcionar una potencia de 17.553 MW, y el ‘chorro de energía’ llegó a cubrir el 45,9 % de la demanda. A tenor del archivo histórico de mapas, había un escenario meteorológico similar al reciente, con un anticiclón azoriano potente y una borrasca sobre las Islas Británicas que canalizaba viento moderado del noroeste. Parece que esta disposición de piezas y este mes son el adalid de los aerogeneradores, porque en enero de 2014 con los centros de presión en el mismo sitio la producción mensual llegó a los 6.537 gigavatios/hora, el otro récord.

El viento agota pero entonces, ¿me hace ahorrar?

Como dice el refranero español: no hay mal que por bien no venga. Sí, el viento hace más productivos a los aerogeneradores, que aportan una energía ‘barata’. Esos gigantes con aspas hacen bajar los precios y, además, reducen la emisión de CO2 y otros contaminantes clásicos. Doble beneficio.

Molinos viento
El coste del viento es cero, si la energía eólica logra cubrir mucha demanda el precio de la luz baja.

La factura de la luz que nos llega a final de mes depende de tres grandes factores: los costes regulados, los impuestos y el coste de la energía. En los dos primeros la meteorología no puede meter mano, abarcan el transporte, la distribución o el pago de deuda. En la energía sí. El coste del viento es cero y los productores del ámbito eólico pueden ofertar la electricidad a un precio más bajo. A mayor proporción de energía eólica consumida, menos pagamos los españoles.

En la jornada del miércoles el 50% de la demanda de luz en España se cubrió con energía eólica. Se llegó a pagar a 12,61 céntimos de €/kWh. El 16 de enero, con el anticiclón en ciernes y si viento, el precio fue de 13,64 céntimos de €/kWh. Y en Nochevieja se llegó a pagar a 13,75 céntimos. Algo hemos ahorrado.

No vale cualquier vendaval

El escenario meteorológico debe proporcionar bastante viento, pero sin muchas estridencias. Si sopla con mucha fuerza los aerogeneradores se tienen que frenar porque corren el riesgo de colapso. Las aspas giran con viento de 14 km/h, o más, pero si las ráfagas sobrepasan los 90 km/h adiós muy buenas, hay que poner las palas paralelas al viento y apagar el motor.