El viento el café con leche y la manguera
Si alguna vez te has preguntado de dónde viene el viento, y más ahora, que los últimos días siempre sopla fuente, quizá te aclares con el siguiente articulo.
El viento y el café con leche
Evidentemente el viento no es nada más que el aire que se mueve. Pero para generar ese movimiento alguna fuente de energía es necesaria. En el caso de la atmósfera hay una fuente de energía: el sol. El astro rey produce un calentamiento diferente según la latitud, es decir, hace más frío en el Polo Norte que en Teruel (aunque no lo parezca). Aunque también hay una variación debida a la estación del año: en un mismo lugar hace más frío en invierno que en verano. Además de esto, la rotación de la Tierra da lugar a un proceso de mezcla como si de una batidora gigante se tratase. Así pues, tenemos una fuente de calor y un mezclador enorme.
Imaginemos un café caliente al que añadimos leche fría. Para lograr que esté templado debemos usar la cucharilla dando vueltas y generamos un pequeño ciclón en medio de la taza que logra que el café y la leche se mezclen alcanzando nuestra temperatura preferida para tomárnoslo.
Al igual que el café con leche, las diferencias de temperatura y la rotación de la Tierra, hacen que el aire se mueva, como nosotros con la cucharilla en el café, tratando de lograr una temperatura de equilibrio en la cual la vida es posible. Estos movimiento dan lugar a ciclones, borrascas, huracanes, tornados…, es decir, a vientos de diferentes intensidades.
El viento y la manguera
El viento puede acelerarse debido a diversos factores como, por ejemplo, al pasar por montañas u otros obstáculos. En cierta medida esto es similar a lo que ocurre cuando tapamos en parte el final de una manguera. Al dejar un menor espacio el agua sale más rápido. Los obstáculos hacen de tapón parcial en el camino del viento, lo que produce que éste incremente la velocidad. Por eso los aerogeneradores suelen estar colocados sobre zonas elevadas ya que se favorece una mayor velocidad del viento.
No sólo las montañas producen que el viento se acelere. También estrechamientos en valles o incluso en edificios. Este fenómeno también ocurre a mayor escala en el Estrecho de Gibraltar dando lugar al famoso levante o en el valle del Ebro con el cierzo.
Las brisas
También es posible que se produzcan vientos locales por efectos de calentamiento que sufre la superficie de la Tierra. Éste es el caso de las brisas en zonas de costa. La brisa se produce porque el aire sobre la arena de la playa, sobre todo en verano, se calienta mucho más que el aire sobre el mar. Al calentarse más tiende a ascender, ya que pesa menos y el aire sobre el mar ha de rellenar rápidamente el espacio dejado. Este movimiento de relleno se produce del mar hacia la costa durante el día y en dirección contraria durante la noche. Esto es debido a que la arena se enfría más rápidamente que el mar tras la puesta de sol.
Así pues, tendremos un viento a gran escala debido a las diferencias de presión que caracterizan a las borrascas y anticiclones y que se sumará a los posibles efectos locales. Cuanto más intensas sean esas diferencias de presión en una zona, más fuerte será el viento que se generará. Esto se puede saber cuando en los famosos mapas de isobaras (líneas de igual presión) éstas aparecen muy juntas.