El pueblo atravesado por un río con impresionantes piscinas naturales a menos de dos horas de Madrid

Decir que en Madrid no hay playa no es ninguna novedad, como tampoco lo es que una de las mejores maneras de refrescarse en pleno verano en la ciudad es zambulléndose en una piscina. De hecho, sólo en la Comunidad de Madrid hay 140.531 piscinas, o lo que es lo mismo, una por cada 48,8 habitantes.

Sin embargo, aunque piscinas no faltan, no a todos les gusta bañarse en cloro, por lo que vamos a proponer un plan de piscinas, pero de otro estilo, mucho más sostenibles y en plena naturaleza.

Las Presillas, unas piscinas naturales ubicadas en el Valle de El Paular

Para ello sólo tenemos que desplazarnos a 102 kilómetros de la capital para llegar a Rascafría, donde se ubican las piscinas naturales conocidas como "Las Presillas". Situadas en el corazón del Valle del Lozoya, en la Sierra de Guadarrama, están rodeadas de bosques frondosos de pinos y robles, y se forman gracias al curso del río Lozoya.

Acceder a esta zona es descubrir un auténtico paraíso natural, pues destacan las aguas cristalinas del río en las piscinas y una vegetación exuberante que invitan a la relajación. Además, la zona ofrece vistas espectaculares de las cumbres cercanas, incluyendo el imponente pico Peñalara, el más alto de la Sierra de Guadarrama.

Senderismo y actividades para todos los públicos

Se trata de un lugar apto para todos los públicos, incluso para los que no quieran bañarse, pues además del atractivo de las piscinas, el entorno ofrece numerosas rutas de senderismo que permiten explorar la belleza del Valle del Lozoya.

Si, por el contrario, eres de los que prefiere disfrutar de un día de relax, éste también es tu lugar, pues cuenta con amplias zonas verdes perfectas para hacer un picnic o simplemente para tumbarse al sol.

Consejos prácticos para una visita tranquila

Eso sí, para disfrutar de estas piscinas naturales es importante tener en cuenta algunos consejos prácticos. En primer lugar, y dado que es un lugar muy popular especialmente en los fines de semana de verano, se recomienda llegar temprano para asegurar un buen lugar y evitar las aglomeraciones.

Si bien el acceso a estas piscinas es gratuito, no lo es el parking, que aunque tiene un coste de 9 euros, se llena rápidamente, por lo que recomendamos planificar la visita con antelación.

Eso sí, como todo entorno natural, debe ser cuidado y es imprescindible respetar las normas del lugar para mantener, no sólo su belleza sino también la limpieza.Como es de suponer, en la zona está prohibido encender fuegos, y se deben recoger todos los residuos y depositarlos en los contenedores adecuados. Respetar la flora y fauna local es esencial para preservar este maravilloso espacio para que podamos disfrutar de él durante muchos años.