'El problema de los tres cuerpos', el enigma real de la ciencia en el que se basa la exitosa serie de Netflix
Un problema científico sin resolver da título a la serie éxito de Netflix, que retrata una China utópica y el primer contacto de la humanidad con una inteligencia extraterrestre.
Los showrunners de Juego de Tronos, David Benioff y D.B. Weiss junto a Alexander Woo, guionista de True Blood, se propusieron adaptar una compleja pieza de ciencia ficción china: la trilogía de novelas de ciencia ficción de Liu Cixin titulada "El recuerdo del pasado de la Tierra" y cuyo primer libro es, precisamente, "El problema de los tres cuerpos".
Juntos han dado forma televisiva a esta atractiva mezcla de enigmáticos juegos de realidad virtual, mundos extraños, cultos exóticos, oscuros multimillonarios y científicos atormentados, todo ambientado en una utópica China revolucionaria de los años 60.
Liu establece como protagonista de la trama a una de las cuestiones más complejas que involucra tanto a la física como a la astronomía y que, luego de varios siglos, aún no tiene solución: el problema de los tres cuerpos.
¿De qué trata el problema de los tres cuerpos
Para enriquecer su obra de ciencia ficción, Liu se vale de conceptos y fundamentos como la inteligencia artificial, la astrofísica, la mecánica cuántica, la teoría del caos y la nanotecnología para establecer al problema de los tres cuerpos como el elemento central de la trama.
Casi al inicio de la serie, se presenta el problema que da título a la adaptación de Netflix: es que se necesita predecir los movimientos de un planeta que orbita alrededor de más de una estrella. Y aquí entran en juego factores conocidos como la gravedad, y otros no tanto, como la imprevisibilidad de los sistemas complejos como es el sistema de estrellas en torno al que orbita el planeta en cuestión.
Es que gracias al descubrimiento de algunos principios fundamentales del universo y al establecimiento de un par de leyes que rigen los cuerpos, como las leyes de Newton y las de Kepler, un físico puede determinar las posiciones de dos cuerpos en el espacio mediante ecuaciones, ya sea en el pasado o en el futuro.
Pero en el universo, las conexiones gravitacionales no se limitan sólo a dos cuerpos. En nuestro sistema solar, se relacionan una estrella con al menos ocho planetas. Si bien en tamaño la influencia de los planetas es mínima, si ocurre un pequeño cambio en las condiciones iniciales de alguno de esos cuerpos, se puede romper esa aparente estabilidad y desencadenar movimientos caóticos, algo similar a lo que se explica mediante el efecto mariposa, o la teoría del caos.
El caos que no se explica por la teoría del caos
Es común encontrar sistemas con dos o tres soles. En el caso de dos cuerpos que se atraen gravitacionalmente, como los dos soles de un sistema binario, ambos soles giran uno en torno al otro en forma regular y ordenada.
Pero si en lugar de dos soles, hubiese tres, los movimientos de estos pueden ser caóticos, impredecibles. Tan impredecibles como los de los planetas que los orbitan. A continuación se muestra una simulación del problema de los tres cuerpos
Entonces si un cuerpo con masa considerable entra a un sistema equilibrado, rompe este equilibrio haciendo que la situación tienda al caos, suponiendo un escenario extremadamente complejo, con infinitas variables que no pueden predecirse en su conjunto. A este problema el campo de la astrofísica se lo reconoce como el problema de los tres cuerpos.
Si bien se puede relacionar el problema de los tres cuerpos con la teoría del caos, no implican lo mismo. El primero es una concepción que sólo aplica a la mecánica celeste mediante las interacciones gravitacionales, mientras que la teoría del caos se emplea para sistemas dinámicos no lineales, como la atmósfera.