El plan de China para desviar un asteroide que amenaza la Tierra: 23 cohetes gigantes
¿Cuántos asteroides son considerados, en la actualidad, potencialmente peligrosos por su cercanía a nuestro planeta? ¿Cuándo está previsto que pueda impactar el denominado Bennu? Conoce la estrategia que plantea el gigante asiático para librar al mundo de un posible evento destructivo.
24 de septiembre del año 2182. Esta es la fecha marcada en el calendario de la NASA como la jornada de máxima probabilidad de que el asteroide (101955) Bennu impacte contra la Tierra.
A falta de las variaciones que puedan producirse en su órbita, de momento, la posibilidad de una colisión es muy pequeña, de apenas un 0,037% (una entre 2700), aunque la alerta se mantendrá hasta 2300.
A pesar de ello, conseguir desviar un asteroide con una posible trayectoria de impacto es fundamental para mitigar cualquier amenaza. Y parece que China ha tomado la delantera en el campo de investigación aeroespacial civil para prepararse ante esa eventualidad.
Objeto “potencialmente peligroso”
Bennu tiene una órbita cercana a la de la Tierra y, aunque actualmente no representa un peligro inminente, está clasificado como un "objeto potencialmente peligroso" por la NASA debido a su proximidad y tamaño.
Tiene unos 500 metros de diámetro, un peso estimado de 77,5 millones de toneladas y su colisión generaría 1200 megatones de energía, el equivalente a 80000 veces la potencia de la bomba atómica de Hiroshima (16 kilotones).
Aunque sus consecuencias no serían tan graves como las del asteroide que hace 66 millones de años cayó en la costa de México, causó la extinción de los dinosaurios y cambió la superficie de nuestro planeta, sí serían catastróficas a nivel regional.
El plan chino vs. el proyecto de la NASA
Para prevenir un posible impacto, China ha propuesto el lanzamiento de 23 cohetes del modelo Long March 5 (CZ-5), que golpearían la superficie del asteroide Bennu con suficiente energía cinética para desviar su órbita, alejándolo unos 9000 kilómetros de la Tierra.
El estudio del gigante asiático, publicado en la revista científica Icarus, plantea diferencias con el modelo clásico de impactadores cinéticos (CKI), ideados por la NASA en su misión HAMMER, y en los que existe una separación entre la nave espacial y el cohete lanzado desde esta para destruir la estructura del asteroide o desviar su órbita.
Los investigadores, entre los que se encuentran miembros del Centro Nacional de Ciencias Espaciales de China o del Instituto de Ingeniería de Sistemas Astronáuticos de Pekín, proponen otro modelo: el Impactador Cinético Ensamblado (AKI), en el que la nave espacial y el cohete no llegan a separase.
Esto haría que la nave, ubicada en la parte superior, controlase en todo momento la trayectoria de cada cohete. Pero, además, aumentaría el peso y la masa de cada AKI hasta las 992 toneladas, lo que conseguiría triplicar la distancia de desviación.
¿Cuántos asteroides amenazan la Tierra?
A diario, nuestro planeta es bombardeado por pequeños fragmentos de asteroides (llamados meteoritos cuando alcanzan la atmósfera terrestre), siendo el ecuador la zona que más recibe. Cada año, unos 17000 meteoritos caen sobre la Tierra, aunque la mayoría se desintegran antes de llegar a impactar.
Pero, al margen del Bennu, ¿cuántos asteroides son potencialmente peligrosos? La respuesta resulta inquietante: unos 800. El mayor de estos cuerpos es Toutatis, de 5,4 km de diámetro, suficientes para causar una debacle mundial.
Sin embargo, el más preocupante es el asteroide Apofis, de entre 250 y 400 metros de longitud. En 2006 se estimó que hay una posibilidad entre 4500 de que impacte en la Tierra el 13 de abril de 2036.
Otro hecho alarmante es la escasa inversión de los gobiernos en una cuestión que amenaza la propia supervivencia de la especie humana, porque es seguro que cada 100 000 años nuestro planeta sufre una colisión capaz de causar una catástrofe climática global, incluida la extinción de especies.
Dos avisos recientes que no fueron detectados
Recientemente ya se hayan producido dos avisos que no fueron detectados por los programas internacionales que se dedican a la detección y catalogación de objetos próximos a la Tierra: los bólidos del Mediterráneo Oriental (6 de junio de 2002) y de Vitim (24 de septiembre de 2002).
El primero, de unos diez metros de diámetro, se desintegró sobre el mar, en una zona entre Libia, Grecia y Creta. Liberó una energía similar a la bomba atómica detonada en Nagasaki (21 kilotones).
El segundo, explotó en una zona rural, cerca de la ciudad de Bodaibó, en la Siberia Central, en Rusia. El físico Andréi Oljovatov calculó que alcanzó los 4 o 5 kilotones. Si alguno de los dos hubiese explotado sobre una zona habitada, las consecuencias habrían sido catastróficas.
Referencia de la noticia:
Yirui Wang, Mingtao Li, Zizheng Gong, Jianming Wang, Chuankui Wang, Binghong Zhou, Assembled kinetic impactor for deflecting asteroids by combining the spacecraft with the launch vehicle upper stage, Icarus, Volume 368 (2021), doi.org/10.1016/j.icarus.2021.114596.