El peligro del sol de invierno: ¡causa el 5% de los accidentes de tráfico!
Con la llegada del mes de octubre se nota que el sol está cada día más bajo, algo que resulta peligroso para la conducción durante las horas crepusculares. ¿Qué podemos hacer para evitar accidentes?
Más de una vez hemos hablado de los cambios que notamos en el sol a lo largo del año. Por lo curioso es que, como ya hemos explicado en Meteored, paradójicamente en verano el sol está más lejos que en invierno. Pero esto nuestros ojos no lo pueden apreciar.
De lo que sí nos damos cuenta es de la altura que alcanza el sol. En verano se eleva mucho en el cielo y hay días en los que la sombra que proyectamos en el suelo es muy pequeña. En cambio en otoño e invierno, incluso al mediodía, nuestra sombra es alargada. Esto puede parecer anecdótico pero tiene varias consecuencias que analizaremos hoy. Alguna de ellas, peligrosa.
Antes de continuar, un pequeño apunte. Todo esto lo comentamos bajo un contexto en el que para nosotros es el sol el que se mueve en el cielo. En realidad es la Tierra la que se mueve y nos permite ver el sol más alto o más bajo y más cerca o más lejos a lo largo de los meses del año.
Cómo afecta a la conducción
Muchas veces se habla de lo peligroso que es el sol de invierno. ¿A qué se refiere exactamente esto? No precisamente a la peligrosidad de sus rayos, sino a la forma en lo que estos llegan hasta nosotros. Los amaneceres y atardeceres en esta época del año son con el sol más bajo durante más tiempo, aumentando el peligro de deslumbramiento.
Según un estudio de la DGT, un 5% de los accidentes de tráfico en España tienen lugar por culpa de un deslumbramiento en las horas crepusculares, es decir, al inicio o al final del día. En verano el sol rápidamente adquiere altura, pero le cuesta más en la temporada más fría.
El mejor consejo para evitar accidentes es siempre aminorar la marcha y el uso de gafas de sol. En el mismo estudio se cita que un 20% de los conductores no las usa nunca. También se recomienda encender las luces cortas del vehículo para que el resto de coches nos vean, mantener limpios los cristales, o incluso parar y esperar unos minutos a que el sol cambie de posición.
Pero sin duda el peligro mayor nos lo encontramos cuando el sol nos deslumbra de forma repentina. No nos da tiempo a reaccionar y nos quedamos sin visión durante unos larguísimos segundos. Ante estas situaciones se recomienda mantener la trayectoria del vehículo y disminuir la velocidad, pero nunca dando un frenazo.
Meses sin sol por culpa de las montañas
Que el sol esté tan bajo durante estos meses tiene otras consecuencias que poco podríamos imaginar. Es el caso de los pueblos que viven en valles rodeados por altas montañas. Al mediodía el sol no se eleva tanto como en verano y hasta la primavera no ven cómo sus rayos iluminan de nuevo las calles.
Hay dos pueblos que se han hecho famosos por la curiosa e ingeniosa solución que han encontrado para que sus habitantes puedan ver el sol todo el año: Rjukan en Noruega y Viganella en Italia.
Con un panel de espejos gigante y móvil pueden reflejar la luz solar hacia el fondo del valle. En el caso italiano, el panel mide 8 metros de ancho y 5 metros de alto, un tamaño considerable para iluminar todo un pueblo.