El origen del refrán "estar en la gloria": la innovadora calefacción medieval que precedió al suelo radiante

¿Cuántas veces habrás usado la expresión 'estoy en la gloria' ante una sensación placentera? Descubre lo que hay detrás de esta frase, su historia y evolución, que quizá te sorprenderá.

Estar en la gloria
El calor del hogar ha sido siempre sinónimo de confort. Una sensación que, siglos atrás, inspiró una expresión que aún usamos hoy: estar en la gloria.

Una tarde de invierno junto a la chimenea, un sueño reparador en una cama cálida o incluso el placer de una buena comida son situaciones en las que alguien podría afirmar que se siente "en la gloria", es decir, en un estado de bienestar absoluto.

Lo que quizá muchos desconocen es que esta frase tiene un origen mucho más técnico y tangible de lo que parece. Su significado está relacionado con un antiguo sistema de calefacción medieval utilizado en Castilla.

De los romanos a la Edad Media: el hipocausto como precedente

Nos referimos a la calefacción por gloria, un ingenioso método que se adelantó siglos a la tecnología del suelo radiante. Para entender un poco su origen, hay que remontarse a la antigua Roma y su sistema de hipocausto.

Este sistema de calefacción, atribuido al ingeniero romano Cayo Sergio Orata en el siglo I a.C., consistía en la generación de aire caliente en un horno situado en el exterior de la vivienda.

El calor producido circulaba a través de una cámara de aire sostenida por pilares de ladrillo de unos 40 a 60 cm de altura que calentaban el suelo y las paredes mediante ladrillos huecos que irradiaban el calor.

Hipocausto
Ilustración que explica cómo funciona el hipocausto, predecesor de los sistemas modernos de calefacción como el suelo radiante, que sirvió de inspiración para otro métodos que surgirían siglos después. Fuente: Fontgas

Los materiales utilizados eran simples pero eficaces. Barro, madera y ladrillos que permitían la propagación del calor de manera uniforme, que a su vez proporcionaban un confort térmico en un tiempo en el que los inviernos podían ser especialmente crudos.

La calefacción por gloria, un invento medieval castellano

Durante la Edad Media, especialmente en Castilla, se desarrolló un sistema de calefacción muy similar al hipocausto romano: la gloria. Su funcionamiento se basaba en una especie de estufa ubicada bajo la superficie de la vivienda, donde se quemaba combustible. El aire caliente resultante de la combustión se distribuía a través de una serie de conductos subterráneos que calentaban el suelo de las habitaciones.

Una de las principales ventajas de la calefacción por gloria era su bajo consumo de leña, ya que la combustión lenta permitía mantener el calor durante varias horas, e incluso 24 horas en algunos casos. Además, el combustible empleado solía proceder de residuos agrícolas, como ramas, paja o restos de poda, lo que hacía que su mantenimiento fuera económico y sostenible.

El sistema también contaba con una salida de humos conectada a un canal principal que permitía expulsar los gases de la combustión al exterior. En cuanto a los materiales de construcción, se empleaban ladrillo y adobe, conocidos por su capacidad de retención térmica, mientras que el suelo solía estar cubierto con baldosas de cerámica, las cuales distribuían el calor de manera uniforme.

"Estar en la gloria": del confort térmico a la expresión popular

Gracias a este sistema, los habitantes de las casas con calefacción por gloria disfrutaban de un confort térmico excepcional en los fríos inviernos de Castilla.

El calor que provenía del suelo generaba una temperatura agradable que convertía la estancia en un auténtico refugio del frío exterior. De aquí nació la expresión "estar en la gloria", en referencia a la placentera sensación de bienestar proporcionada por este sistema de calefacción.

Un sistema que inspiró la calefacción moderna

Aunque el uso de la calefacción por gloria disminuyó con la llegada de sistemas más modernos, su principio básico sigue vigente en la tecnología contemporánea. Hoy en día, el suelo radiante, un sistema de climatización que calienta las viviendas desde abajo, se basa en la misma idea del hipocausto romano y la gloria medieval, pero con tecnologías mucho más avanzadas, como el uso de agua caliente o electricidad para la distribución del calor.

Curiosamente, lo que comenzó como una necesidad práctica en la antigua Roma y se adaptó en la Castilla medieval, sigue siendo una de las formas más eficientes de calefacción en la actualidad. Mientras tanto, la expresión "estar en la gloria" ha perdurado a lo largo de los siglos, recordándonos el ingenio de nuestros antepasados y la importancia del confort térmico en la vida cotidiana.