El océano se ha calentando más en siete años que en el último siglo
Según un nuevo estudio publicado por la prestigiosa revista PLOS Climate, la mayor parte de la superficie oceánica ha registrado récords históricos de temperatura máximas en los últimos siete años.
Los principales investigadores del informe publicado en la revista PLOS Climate, procedentes del Acuario de la Bahía de Monterey en California, recopilaron datos de temperatura de la superficie del mar durante más de un siglo y observaron que las olas de calor calor oceánicas son cada vez más frecuentes, albergan una mayor extensión en el tiempo y afectan a numerosas zonas del planeta.
Tras un exhaustivo estudio, los científicos observaron que en el año 2014 más de la de la mitad del océano experimentó temperaturas superiores a las habituales, y que para el 2019 la tendencia había aumentando: cerca del 57% del océano registraba niveles récords de temperaturas máximas. Este nuevo récord supera con creces a los datos de finales del siglo XIX donde solamente el 2% de la superficie oceánica tenía temperaturas extremadamente cálidas.
Para hacernos una idea, actualmente la mayor parte de la superficie del océano se ha calentado hasta alcanzar temperaturas que hace sólo un siglo se producían como eventos de calentamiento extremo poco frecuentes, una vez cada 50 años.
Los investigadores creen que los resultados obtenidos son un claro indicador de la gran amenaza, real e inmediata, que supone el calentamiento global. Los cambios drásticos que se han registrado en los océanos son un claro ejemplo de que el cambio climático no es un acontecimiento futuro, si no que es una realidad que lleva tiempo afectándonos; lo estamos experimentando ahora y se está acelerando.
Esta tendencia al calentamiento, a parte de ser una prueba más sobre la existencia del cambio climático, debería ser una llamada de atención para actuar ante el calentamiento global y frenar, drásticamente, las emisiones procedentes de la quema de combustibles fósiles.
Las consecuencias del calentamiento oceánico
Los expertos confirman que las consecuencias de este calentamiento será de gran alcance. A pesar de que la vida marina generalmente puede adaptarse a cambios graduales en las condiciones ambientales, los cambios abruptos en la frecuencia y alcance de los eventos extremos, pueden llegar a alterar la estructura y el funcionamiento de los ecosistemas locales.
Las zonas más expuestas a estos eventos son los océanos cercanos a los trópicos, donde si las temperaturas experimenten un incremento, organismos clave como los corales, las praderas marinas o los bosques de algas pueden colapsar.
La alteración de la estructura y el funcionamiento de los ecosistemas pone en peligro su capacidad de prestar servicios vitales a la población, como el apoyo a una pesca sana y sostenible, la protección de las regiones costeras frente a fenómenos meteorológicos extremos y la función de sumidero de carbono para almacenar el exceso de carbono introducido en la atmósfera por las emisiones de efecto invernadero generadas por el hombre.
Mejorar nuestra capacidad para conectar los riesgos ecológicos provocados por el clima del pasado, presente y futuro nos permitirá desarrollar un conjunto de medidas de gestión y conservación de los recursos marinos vivos actuales.