El fenómeno de El Niño pone patas arriba el pronóstico de huracanes
La temporada de huracanes en el Atlántico se acerca y los expertos esperan que sea una temporada activa en 2023. Hay mucha incertidumbre con El Niño, y más aún si consideramos un océano Atlántico calentísimo. ¿Qué pasará?
La temporada de huracanes en el Atlántico se extiende oficialmente del 1 de junio al 30 de noviembre, con el pico de actividad generalmente en los meses de agosto, septiembre y octubre.
Durante esta época del año, las condiciones en el océano Atlántico y el golfo de México son propicias para el desarrollo de tormentas tropicales y huracanes. Los meteorólogos utilizan una variedad de herramientas y datos para predecir la actividad de huracanes, incluyendo la temperatura del agua del mar, los patrones climáticos y la actividad de la temporada anterior.
El ENSO y su impacto en la actividad de huracanes
El ENSO, o El Niño Oscilación del Sur, es un fenómeno climático que afecta el Pacífico tropical y puede tener un impacto significativo en la actividad de huracanes en el Atlántico.
Actualemente, el Pacífico tropical se encuentra en condiciones neutrales del ENSO, lo que significa que no hay un patrón claro de El Niño o La Niña. Sin embargo, se cree que es relativamente probable que el Pacífico tropical transite hacia condiciones de El Niño durante la temporada de huracanes de este año.
Por lo general, El Niño incrementa la temperatura el océano Pacífico tropical oriental mientras reduce la actividad de huracanes en el Atlántico debido al aumento del cizalladura vertical del viento.
El equipo de expertos advirtierte que la temporada de ciclones tropicales actual presenta más incertidumbre de lo habitual. Esto se debe a que aún no se ha determinado con certeza qué tipo de El Niño se formará.
Existen dos posibles escenarios: uno en el que el El Niño se forme durante los meses de mayo a julio, lo que podría limitar la formación de ciclones en el Atlántico; y otro en el que el El Niño llegue más tarde y no influya en la temporada de ciclones, haciendo que sea más activa de lo que se había pronosticado inicialmente.
Temperaturas superficiales
Además del ENSO, la temperatura superficial de los océanos es un factor que influye notablemente en la formación de los huracanes.
En el océano Atlántico se ha observado un calentamiento en los últimos años, especialmente en la región tropical y subtropical oriental y central, que está más cálida de lo normal en la actualidad.
Las temperaturas del agua del mar son cruciales en la formación de huracanes y este año, se espera que estén por encima del promedio. Todo ello, proporcionará la energía necesaria para el desarrollo y fortalecimiento de tormentas tropicales y huracanes.
Entonces, ¿qué esperamos esta temporada?
El pronóstico oficial de huracanes en el Atlántico para el año 2023 ha sido emitido por el Proyecto de Meteorología Tropical de la Universidad Estatal de Colorado (CSU, por sus siglas en inglés).
Según la información obtenida hasta marzo, se espera que la temporada de huracanes en el Atlántico en 2023 tenga una actividad ligeramente por debajo del promedio de 1991-2020. Este pronóstico se basa en un modelo estadístico desarrollado a partir de datos históricos de aproximadamente 40 años.
El pronóstico de huracanes en el Atlántico para 2023, emitido por el CSU, indica que se esperan 13 tormentas con nombre (el promedio es de 14.4), 55 días de tormenta con nombre, 6 huracanes (el promedio es de 7.2), 25 días de huracán, 2 huracanes de categoría mayor (categoría 3-4-5; el promedio es de 3.2) y 5 días de huracán de categoría mayor.
En resumen, el pronóstico de huracanes en el Atlántico para la temporada de 2023 indica que se espera una actividad ligeramente por debajo del promedio pero, dependerá en gran medida de la intensidad de El Niño, en caso de que se desarrolle.
Es importante tener en cuenta que los pronósticos de huracanes son estimaciones basadas en múltiples factores, y la actividad real de huracanes puede variar. Es fundamental mantenerse informado a través de las actualizaciones y avisos emitidos por los expertos en meteorología y seguir las medidas de preparación y seguridad recomendadas por las autoridades locales en caso de enfrentar una amenaza de huracanes.