¿El Niño sigue debilitándose? ¿Notamos en España sus efectos?
Según la NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica), durante el verano y hasta el otoño es probable que El Niño mantenga condiciones débiles. ¿Influye en nuestro país?
El fenómeno de El Niño-Oscilación del Sur (o ENSO en sus siglas en inglés) tiene su origen en los pescadores de las costas de Sudamérica de hace más de un siglo. Ellos observaron un calentamiento anómalo de la temperatura del agua del mar en Navidad y, por este motivo, se le nombró El Niño Jesús. Este patrón atmosférico y oceanográfico (o patrón de teleconexión) habla de interacciones atmosféricas entre dos puntos del planeta que están a una distancia lejana con una extensión considerable, en la que uno puede sufrir inundaciones y el otro sequías prolongadas.
¿Dónde tiene lugar este fenómeno?
En condiciones normales, los vientos del Pacífico tropical soplan hacia el oeste, por lo que el agua superficial del mar es más alta en zonas próximas a Indonesia (más de 1.5 m) que en las costas de Ecuador. La temperatura del agua en Indonesia es 8 ºC más elevada y en el este, desde el fondo del océano, llega agua muy fría cargada de nutrientes (plancton), el alimento de muchos peces, que favorecen la pesca y la industria del guano en la zona. Así mismo, las precipitaciones son más abundantes donde el agua es más cálida con la formación de nubes de desarrollo vertical (cumulonimbos).
¿Este 2019 se producirá un nuevo Niño?
A partir de las observaciones de la NOAA, en su última actualización de hace apenas diez días, muestra unas probabilidades del 65% en el hemisferio norte en verano; reduciéndose al 50-55% en otoño. La mayoría de modelos meteorológicos apuestan por anomalías positivas de +0.5 ºC y +1 ºC durante las próximas temporadas. Así pues, las condiciones de el Niño serán débiles.
¿Qué sucede cuándo aparece El Niño?
En esta situación las aguas orientales del Pacífico ecuatorial se calientan por encima de lo normal. El flujo atmosférico se ve alterado y se producen inundaciones en Perú, Colombia, Ecuador y Chile e interminables períodos de sequía en Indonesia y Australia e incluso se forman menos huracanes en el Atlántico. En consecuencia, las aguas que bañan las costas de Sudamérica tienen menos nutrientes y afecta a la producción pesquera y de guano.
Y en nuestro país, ¿el Niño se dejará sentir?
Se presenta cíclicamente cada tres a siete años, sin previo aviso y con consecuencias globales. Pero, ¿y en España? Aquí El Niño delega en su ‘hermana pequeña’: la NAO. Cabe decir que todavía no se ha encontrado una explicación coherente en el binomio El Niño-NAO. Por lo general, las anomalías atmosféricas asociadas al primero suelen ser más pronunciadas en las regiones más próximas al lugar de influencia del fenómeno, es decir, alrededor del Pacífico ecuatorial. La influencia en Europa es aún hoy día objeto de estudio y podemos afirmar que sus efectos son poco conocidos y presenta débiles manifestaciones en nuestro clima.
Hemos hablado de El Niño pero, ¿y La Niña?
Es el fenómeno más o menos opuesto. Las aguas ecuatoriales del Pacífico se enfrían más de lo normal y se calientan por encima de la media dónde ya de por sí son cálidas, es decir, en Indonesia. De nuevo, esta teleconexión modifica los patrones atmosféricos del planeta; implica sequía en amplias zonas de Norteamérica durante la primavera y el verano, y al mismo tiempo se refuerza el régimen de monzones en el sudeste asiático.