El mar Mediterráneo ya está muy cálido, ¿qué consecuencias podría tener?
Las altas temperaturas de este mes han dejado numerosas efemérides tierra adentro pero también se están notando en el mar, que ya ronda los 27ºC al oeste de las Baleares. José Ángel Nuñez, meteorólogo de la AEMET, ha compartido con Tiempo.com sus impresiones.
En las últimas semanas el calor ha pulverizado numerosos récords en la Península. Las ciudades de Toledo, Albacete, Granada, Madrid o Pamplona nunca habían registrado temperaturas máximas tan altas en un mes de junio. Todas ellas se plantaron la semana pasada en valores cercanos e incluso superiores a los 40ºC. La ola de calor ya ha terminado, pero las anomalías aún colean; en tierra firme y, sobre todo, en el mar.
Hace días que los mapas de temperaturas de la superficie marítima destilan colores anaranjados, sobre todo en el Mediterráneo, que representan registros cercanos a los 25ºC. Sobresale el mar balear, entre las costas de Mallorca, Castellón y Tarragona, donde hay puntos que ya superan los 27ºC. “Estos valores no son normales para estas fechas, y están entre 3ºC y 4ºC por encima de lo habitual según los análisis del Centro Europeo de Predicción a Plazo Medio”, explica José Ángel Núñez, Jefe de Climatología de la Delegación de AEMET en la Comunidad Valenciana.
Estas temperaturas no son sorprendentes para Núñez, pues están vinculadas a un mes de junio extraordinariamente cálido. “Una situación de gran estabilidad como la de los últimos 10 días, con una masa de aire muy cálida asociada, necesariamente implica que el mar acaba calentándose por transferencia de energía desde la atmósfera”.
Un verano muy caluroso
La anomalía positiva influirá en las temperaturas de la estación estival, especialmente cerca del litoral. “El viento más frecuente en nuestras costas en los días de verano son las brisas de mar, que suavizan las temperaturas a partir del mediodía. Un mar cálido implica aire más cálido”, analiza el meteorólogo de la AEMET, que asegura que hay una correlación muy alta entre cómo evolucionan las temperaturas del aire en las localidades costeras en verano y la temperatura del mar.
La última predicción estacional de la AEMET indica una tendencia a que el verano sea “muy cálido”. De todos modos, según José Ángel Núñez, estos pronósticos aún tienen una fiabilidad limitada, sobre todo en la vertiente mediterránea que yace encajada entre montañas y el mar.
Otra de las consecuencias que se suelen asociar a un mar caliente son las lluvias torrenciales, que en seguida salen a la palestra como si fueran “la canción del verano meteorológico”, ironiza Núñez. “Las lluvias mediterráneas son un fenómeno atmosférico, no oceánico, y si no tenemos condiciones meteorológicas adecuadas para que se generen lluvias, ya puede estar el mar lo cálido que sea”.
Las masas de aire frío son el detonante de las tormentas intensas de finales de verano y de la estación otoñal. El mar en esas fechas siempre está caliente pero, por sí solo, no tiene la capacidad de generar lluvias. “Podríamos dar muchos ejemplos de mar cálido en septiembre que no ha derivado en lluvias intensas en otoño y al revés, un mar relativamente frío que ha dado lugar a lluvias muy fuertes otoñales. Al fin y al cabo la importancia de la temperatura del mar siempre es relativa a la masa de aire que lo sobrevuela”, concluye el Jefe de Climatología.