El mar Mediterráneo inquieta: las lluvias torrenciales podrían alimentarse de su temperatura récord y son inminentes
Despedimos el mes de agosto con temperaturas de récord en el conjunto del mar Mediterráneo, un factor que puede potenciar las lluvias intensas típicas de esta época. Analizamos cómo puede influir en el episodio tormentoso de esta semana.
Estamos en la recta final del mes de agosto, y todo parece indicar que el mar Mediterráneo acaba de dejar atrás su pico de temperatura anual, tras batir unos cuantos récords en estas últimas semanas. Según los últimos datos del CEAM, en estos momentos los valores medios rondan los 28 ºC en el conjunto del Mediterráneo.
Se trata de un registro insólito por estas fechas desde que hay mediciones. Y esta situación se está dando a las puertas del otoño climatológico, que arranca el próximo 1 de septiembre. Entramos en una época en la que el chorro polar empieza a presentar ondulaciones más importantes, lo que se suele traducir en descuelgues de aire frío, ya sea en forma de vaguada o de danas.
Los efectos de un mar tan caliente
Como ya hemos explicado en Meteored estas semanas, unas de las consecuencias de esta situación es que encontramos mayor disponibilidad de vapor de agua y calor para situaciones sinópticas favorables para que se generen lluvias intensas y torrenciales, siempre y cuando se den una serie de factores a la vez, cosa que en muchas ocasiones no sucede.
Un mar caliente por sí solo no puede generar precipitaciones intensas, pero si se dan una serie de condiciones, siendo imprescindibles la presencia de inestabilidad en altura y flujos marítimos en capas bajas bien definidos, puede potenciarlas: es gasolina de primera. Y esto lo hemos visto en los últimos días en Baleares o en el Mediterráneo.
Por otra parte, también son bien evidentes las otras consecuencias atmosféricas de esta nueva ola de calor marina que está sufriendo el Mediterráneo. Por un lado, con un mar tan caliente las brisas son más débiles y eso hace que la sensación de bochorno aumente en el litoral. Por otro, impide que las temperaturas nocturnas puedan bajar a orillas del Mediterráneo.
Y por supuesto, no hay que olvidar los impactos en el medio marino. Desde 1982 se ha registrado un aumento de la temperatura del Mediterráneo de casi 1,5 ºC, según el CEAM. una subida importante en un período muy corto de tiempo. Las especies autóctonas tienen muchos problemas para adaptarse a esta situación, y cada vez van proliferando más las especies invasoras.
¿Cómo puede afectar al episodio de tormentas que se producirá en unos días?
Como ya adelantamos en Meteored, durante la segunda mitad de esta semana llegará un importante cambio de tiempo que vendrá de la mano de una posible DANA que se descolgará en las inmediaciones de la Península. Aunque a priori su posición no será la idónea para tener un gran episodio de lluvias torrenciales, la temperatura del Mediterráneo puede dejarse notar.
Nuestro modelo de referencia muestra que las tormentas más intensas se concentrarán en el interior peninsular, y precisamente en superficie el aire mediterráneo, cálido y húmedo, podría penetrar por el valle del Ebro o Castilla-La Mancha, alimentando a las células tormentosas que se formarán en el borde delantero de la bolsa de aire frío.
Aunque la incertidumbre sigue siendo alta a día de hoy, los mapas muestran que es probable que pueden crecer tormentas con un alto grado de organización y que puedan acabar dando lugar a estructuras como líneas de turbonada o sistemas convectivos, que suelen repartir fenómenos adversos.
Por ahora, parece probable que septiembre será inestable a buena parte de España. No obstante, un mar cálido no garantiza un otoño lluvioso, ya que eso depende de la circulación atmosférica. No olvidemos que el año pasado, sin ir más lejos, fue el otoño más seco desde que hay registros en numerosas comunidades mediterráneas, debido a la ausencia de situaciones de inestabilidad.