Invierno volcánico, culpable de la extinción más grave de la historia
Un nuevo estudio arroja luz sobre las principales causas que provocaron la mayor catástrofe ecológica de nuestro planeta hace más de 250 millones de años.
La extinción masiva más grave de los últimos 500 millones de años tuvo lugar a finales del Pérmico. En ella, desaparecieron aproximadamente el 70% de las especies terrestres y un 95% de las especies marinas. Desde entonces y durante décadas, los científicos han intentado descubrir, sin éxito, cuales fueron las razones principales de tal devastación.
Tras años de estudio y a pesar de no tener una explicación concreta de lo sucedido, competían varías teorías, entre ellas, un vulcanismo extremo en Rusia denominado trampas Siberianas. Hasta el momento se creía que estas grandes y devastadoras erupciones, donde más de 5 millones de metros cúbicos de lava fueron arrojados a la superficie de la tierra en la moderna Siberia occidental, fueron los principales responsables de bombardear la atmósfera con suficiente dióxido de carbono y metano como para elevar las temperaturas globales y privar de oxígeno a los océanos.
Ahora, un nuevo estudio de la prestigiosa revista Science sugiere que las trampas siberianas no son las únicas erupciones culpables de la extinción masiva del Pérmico. Los científicos también señalan a las grandes erupciones sufridas al sur de China en la misma época como precursoras de la extinción, dando lugar a un fenómeno denominado "invierno volcánico".
¿Qué es el invierno volcánico?
El invierno volcánico es un fenómeno provocado por grandes erupciones volcánicas a consecuencia del aumento de cenizas y partículas volcánicas en la atmósfera. Estas partículas obstaculizan la entrada de radiación solar a la superficie terrestre, reflejándola de vuelta al espacio y provocando un desplome en las temperaturas globales. El reciente estudio revela que la expulsión de los gases fue de tal magnitud, que el planeta sufrió un enfriamiento global de varios grados.
¿Qué evidencias han encontrado?
Los últimos análisis de minerales en el sur de China demuestran que las inusuales concentraciones de cobre y mercurio encontradas en las capas de ceniza, cuya edad coincidió con la extinción masiva del final del Pérmico, insinúan que el estilo de la erupción fue de tipo explosivo en la región.
Estas erupciones explosivas, distintas a las erupciones siberianas no explosivas, inyectaron millones de materiales volcánicos a la atmósfera que, según los expertos, pudo provocar efectos globales sobre el clima, ya que que el material de las erupciones habría sido trasportado por todo el mundo por los vientos estratosféricos.
Estos aerosoles atmosféricos inyectados en la troposfera y redistribuidos a nivel mundial, pudieron haber sido la causa principal del enfriamiento global rápido de varios grados, justo antes de producirse el calentamiento severo observado por las trampas siberianas en el intervalo de a extinción masiva del final del Pérmico.
Es por ello que los investigadores confirman que las erupciones que tuvieron lugar en las trampas siberianas no fueron los únicos responsables en la destrucción de millones de especies en el Pérmico, sino que los efectos de las erupciones en el sur de China y en otros lugares pudieron haber jugado un papel vital en la desaparición de la biodiversidad.
Esta conclusión sugiere un hallazgo histórico en el que la extinción del final del Pérmico podría haber sido causada por una doble actividad geológica, no solamente de una como se imaginada. Los organismos habrían muerto por el estrés de vivir bajo un rápido periodo de enfriamiento seguido de un largo periodo de calentamiento.