El Instituto SETI ante posibles esferas de Dyson: ¿hemos encontrado evidencias de tecnología extraterrestre?
Un equipo de astrónomos ha identificado estrellas con un misterioso exceso de radiación infrarroja. ¿Podría ser la primera evidencia de esferas de Dyson construidas por civilizaciones avanzadas?
La posibilidad de encontrar evidencias de civilizaciones avanzadas ha fascinado a la humanidad durante décadas.
Una de las ideas más intrigantes es la de las esferas de Dyson, megaestructuras que hipotéticamente podrían rodear una estrella para capturar su energía. ¿Podría ser que finalmente hayamos detectado una señal de su existencia?
¿Qué es una esfera de Dyson y por qué es importante?
En 1960, el físico Freeman J. Dyson publicó un artículo en el que planteaba que una civilización avanzada podría construir una megaestructura alrededor de una estrella para recolectar su energía.
Estas estructuras, que él mismo aclaró que no serían esferas sólidas sino enjambres de satélites en órbitas independientes, generarían un exceso de radiación infrarroja, un subproducto inevitable de su funcionamiento.
La idea de Dyson tomó inspiración de la novela de ciencia ficción "Star Maker" de Olaf Stapledon, y aunque en su momento fue puramente teórica, ha sido adoptada como un concepto clave en la búsqueda de inteligencia extraterrestre.
Señales en el infrarrojo
Dos artículos científicos recientes han explorado la posibilidad de detectar esferas de Dyson mediante la búsqueda de un exceso de radiación infrarroja.
El Proyecto Hephaistos ha identificado siete candidatos con exceso infrarrojo, todas ellas enanas rojas, el tipo de estrella más común en el universo, situadas a menos de 1.000 años luz de la Tierra. Otro estudio identificó 53 candidatos con emisiones infrarrojas extremas.
Estos hallazgos han despertado un gran interés, ya que las estrellas en cuestión emiten hasta 60 veces más radiación infrarroja de lo esperado. Para explicar esta señal, hasta el 16 % de cada estrella tendría que estar oscurecida, lo que sugiere la posible existencia de un enjambre de satélites orbitando para recolectar energía.
La clave para resolver el misterio, según el SETI
Para determinar el origen real de estas señales, el instituto SETI (Search for Extraterrestrial Intelligence) afirma que los astrónomos necesitarán más datos de telescopios avanzados como el James Webb Space Telescope (JWST). Este telescopio podría ayudar a identificar materiales artificiales, descartar galaxias de fondo y proporcionar información detallada sobre los candidatos detectados.
Otra iniciativa en marcha es el proyecto LaserSETI, que busca luz láser monocromática como posible firma de inteligencia extraterrestre. Con estaciones diseñadas para cubrir todo el cielo del hemisferio norte, LaserSETI podría detectar señales de estas hipotéticas megaestructuras.
¿Pueden haber fragmentos de esferas de Dyson?
El físico Robert Forward propuso que estas megaestructuras podrían estar compuestas por una serie de unidades en mosaico, cada una funcionando como una vela solar.
Según el astrofísico Avi Loeb, cuando la estrella anfitriona experimenta cambios dramáticos en su luminosidad hacia el final de su vida, estas losas podrían fragmentarse y ser expulsadas al espacio interestelar.
Loeb ha sugerido que Oumuamua, el misterioso objeto interestelar que atravesó nuestro sistema solar en 2017, podría ser un fragmento de una antigua esfera de Dyson.
Podríamos salir de dudas a partir de este año, cuando el Observatorio Vera C. Rubin en Chile, con su cámara de 3.200 millones de píxeles, comenzará a inspeccionar el cielo austral cada cuatro días en busca de fragmentos de megaestructuras.