El increíble Bosque de la Niebla: descubre la última 'selva' subtropical del continente europeo
En el extremo meridional de la península ibérica se esconde un sorprendente tesoro en la sierra gaditana donde el sol apenas se asoma. Descubre este rincón donde la bruma se convierte en un velo que resalta la belleza de la naturaleza.
Que Cádiz y Málaga son tierras con encanto no cabe duda. Como tampoco lo es la belleza de sus playas, las temperaturas agradables y su variada gastronomía como el pescadito frito, la tortita de camarones y el buen vino de Jerez. Lo que igual no te imaginas es que en la provincia gaditana, con sol a todas horas, hay un lugar en el que la niebla está presente más de 200 días al año.
245 días de niebla en el Parque Natural de los Alcornocales
Se trata de un bosque ubicado en el Parque Natural de Los Alcornocales, un sorprendente espacio natural entre las dos provincias que ocupa una superficie de casi 170 000 hectáreas. Este rincón en concreto se sitúa entre los términos municipales de Tarifa, Algeciras y Los Barrios, y que también se conoce como el Bosque de la Niebla.
Sin duda es un espacio único y protegido en un entorno húmedo en el que aparece el bosque subtropical en la cima de la montaña, con la particularidad de que la niebla está presente durante 245 días del año.
El espectáculo comienza cuando los flujos húmedos del Atlántico se encuentran con las montañas de la sierra de Cádiz. La elevación del terreno obliga al aire a ascender, enfriándose en el proceso. Cuando el aire alcanza su punto de saturación, la humedad se condensa, formando la característica niebla que da nombre al bosque.
La bruma favorece una extraordinaria biodiversidad
La niebla no solo crea un escenario místico, sino que también es esencial para la biodiversidad del Bosque de la Niebla. La humedad adicional proveniente de la bruma actúa como un hidratante natural para las plantas, permitiendo la supervivencia de una variedad única de flora.
Musgos, líquenes y helechos prosperan en este entorno húmedo, creando una paleta de colores que contrasta maravillosamente con el verde intenso de los árboles.
Además, la bruma provee una fuente constante de agua para riachuelos y arroyos, asegurando que la vida animal también florezca en este rincón especial. Aves, insectos y pequeños mamíferos encuentran en este bosque un refugio ideal, donde la humedad les proporciona condiciones óptimas para alimentarse y reproducirse.
Una ruta circular de fácil acceso
Todo ello puede verse y disfrutarse a través de un sendero que resulta sencillo de transitar y que recorre unos 10 kilómetros, con una duración estimada de tres horas.
Es una ruta circular apta para todos los públicos, pero eso sí, para poder acceder a él, es crucial obtener un permiso especial del Parque Natural. Se trata de enviar un correo electrónico a: [email protected]. Con esta autorización, uno puede sumergirse en esta experiencia única que te conectará con la belleza natural de la región.