El descubrimiento de unos arqueoastrónomos mexicanos en la Pirámide de la Luna de Teotihuacán que encumbra a los Mayas

Esta antigua pirámide de México, construida entre los siglos I y III d.C., ha revelado un impactante secreto que la vincula de una manera sorprendente con el Sol.

En el corazón de la antigua Teotihuacán, una pirámide construida hace más de mil años revela un asombroso secreto astronómico.

¿Imaginas que los antiguos habitantes de Teotihuacán fueran unos expertos astrónomos con cámaras solares? Pues algo así han descubierto los investigadores.

Resulta que la famosa Pirámide de la Luna, una de las joyas de México, está perfectamente alineada con los solsticios de verano e invierno. ¡Sí, como si la hubieran diseñado con un súper GPS prehispánico! Pero ¿qué significa esto y por qué es tan importante?

Una conexión celestial

El misterio comienza con la orientación de la Pirámide de la Luna, con 45 metros de altura, y 140 por 150 metros de base. Fue el punto de partida a partir del cual los teotihuacanos erigieron su capital sagrada.

Este imponente templo, situado al final de la icónica Calzada de los Muertos, está alineado con precisión con dos de los eventos astronómicos más significativos del año.

Investigadores de la Universidad del Tepeyac y la Escuela Nacional de Antropología e Historia han descubierto que la esquina noreste de la pirámide señala el lugar exacto donde el Sol se alza durante el solsticio de verano.

Por otro lado, la esquina suroeste señala el punto donde el Sol se oculta durante el solsticio de invierno, un fenómeno igualmente impresionante que subraya la importancia de los ciclos solares en la vida de los antiguos teotihuacanos.

Un eje astronómico y urbano

La investigación revela que la alineación de la pirámide influyó en la disposición de toda la ciudad, estableciendo un eje longitudinal que se extiende a lo largo de la Calzada de los Muertos y afecta la orientación de otros edificios.

Vista al sur desde la Pirámide de La Luna: la trayectoria de la línea roja pasa sobre la parte alta de la Pirámide del Sol. Fotografía de Arturo Montero, 2006.

Esta organización demuestra que los teotihuacanos eran maestros tanto en arquitectura como en astronomía, utilizando el Sol para definir la estructura y el orden de su entorno.

El papel del volcán Xihuingo

Otro de los hallazgos más intrigantes en la investigación fue el papel del volcán Xihuingo.

Durante el solsticio de verano, el Sol se eleva exactamente sobre el volcán desde la cima de la Pirámide de la Luna, sugiriendo que los teotihuacanos lo utilizaron como un observatorio natural.

Este volcán no era solo una característica geográfica; era una herramienta para calibrar el calendario y sincronizar sus ceremonias con los eventos celestiales.

Los teothiucanos, astrónomos adelantados a su tiempo

Finalmente, el estudio de la Pirámide de la Luna destaca el impresionante conocimiento astronómico de los teotihuacanos. La precisión con la que alinearon la pirámide con los solsticios revela una comprensión profunda de los ciclos solares y su relevancia para la planificación y la cosmovisión de la ciudad.

Los antiguos teotihuacanos no solo eran arquitectos hábiles, sino también astrónomos astutos que integraron sus observaciones del Sol en el diseño de su ciudad. Esta alineación muestra cómo su legado sigue iluminando nuestra comprensión del pasado y del universo.