El declive de las abejas por el cambio climático
Las abejas son de los seres vivos más importantes para la conservación de los ecosistemas, pero su población podría verse mermada de forma acusada debido al cambio climático.
La importancia de las abejas es mucho mayor de lo que pensamos, ya que la biodiversidad terrestre y la producción alimenticia mundial dependen en gran parte de la polinización, proceso mediante el cual se fecundan las flores que posteriormente darán semillas y frutos. Este insecto es uno de los grandes artífices de dicho proceso.
La conservación de las abejas es determinante para el futuro del planeta
Según datos aportados por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama), aproximadamente un 70% de los cultivos agrícolas son efectivos gracias a la polinización, de la que dependen 71 de cada 100 alimentos básicos de la alimentación Española. Así mismo, la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) calcula que el 90% de la alimentación mundial depende de la polinización de las abejas y que un buen número de frutos secos, semillas y frutas pueden ver caer su producción hasta otro 90% sin la presencia de tales insectos.
En la actualidad, se puede considerar que España se encuentra entre los países más vulnerables al cambio climático a nivel mundial, debido tanto a su situación geográfica como a la composición de sus sectores socioeconómicos, que están íntimamente relacionados con multitud de impactos de origen climático. Por tanto, la preocupación del sector apícola en nuestro país es máxima, ya que España cuenta con unas 30.000 explotaciones apícolas, con aproximadamente un total de 2,4 millones de colmenas (primer país a nivel mundial), unos 23.000 apicultores y alrededor de 5000 familias que viven directamente del sector apícola (séptimo país del mundo).
Cerca de la mitad de todas las explotaciones se ubican en lugares permanentes a lo largo de todo el año, siendo otras 13.000 de tipo transhumante, que son desplazadas buscando el ciclo de las floraciones en distintas regiones y altitudes.
Las abejas son fuertemente afectadas por el cambio climático
A través de estudios llevados a cabo por investigadores, partiendo de entrevistas a apicultores de la zona mediterránea española, se llegó a la conclusión de que los principales impactos del cambio climático sobre las abejas son:
- Mayor mortalidad a nivel local por fenómenos meteorológicos extremos.
- Mayor virulencia de agentes patógenos como es el caso de la varroa, desacople y variabilidad de los ciclos polinizadores y polinizados.
- Menor floración y con una considerable disminución de la calidad del polen y aparición de nuevas especies exóticas invasoras y de mayor agresividad (avispa asiática).
Aunque una reducción importante en la población de abejas de nuestro entorno pueda parecer un suceso de poca importancia, originaría una serie de efectos negativos de gran alcance, magnitud e importancia. La agricultura sufriría un gran número de alteraciones y problemas en la mayor parte de cultivos, derivando ello en enormes pérdidas económicas para la gente del campo y un incremento de precios importantísimo en los consumidores.
Otra cosa que acarrearía graves consecuencias es que los ecosistemas y el medioambiente se verían fuertemente afectados, con el consiguiente deterioro de la vida tanto animal como vegetal y con una alta probabilidad de una alteración total del equilibrio de dicho medio natural. Ello podría provocar su colapso y desequilibrio, con la consiguiente desaparición de numerosas especies, la destrucción total de extensas áreas y una posible hambruna a nivel mundial.
En definitiva, la lucha contra el cambio climático debe de ser prioritaria en todos los ámbitos cotidianos y debemos tomar medidas urgentes y contundentes de forma inmediata, puesto que quizás en un futuro no muy lejano será demasiado tarde. En referencia a las abejas, podemos colaborar con su supervivencia de una forma directa haciendo políticas activas en defensa de los insectos polinizadores, apostando decididamente por la agricultura ecológica además de los productos saludables y fortaleciendo las áreas rurales.