Los expertos en huracanes vigilan un extraño sistema en el Atlántico Norte, ¿supone un riesgo para la península ibérica?
El NHC no descarta la formación de un ciclón tropical o subtropical al oeste de las Azores a partir de un extraño sistema de bajas presiones que ha quedado aislado en el Atlántico Norte.
Un pequeño sistema de bajas presiones ha quedado aislado muy próximo a las Bermudas y a lo largo de la próxima semana irá desplazándose lentamente hacia el este, aproximándose al continente Europeo y especialmente a las Azores. Se trata de una pequeña depresión aislada en niveles altos que se ha desprendido de la circulación principal y que cerrará completamente su circulación en las próximas horas. A partir de este jueves es probable que la convección juegue un papel importante en la dinámica de la baja y no es descartable que empiece a realizar una transición tropical.
El Centro Nacional de Huracanes (NHC) le otorga un 50 % de probabilidad de desarrollo durante los próximos días y lo cierto es que los modelos, entre ellos el IFS de ECMWF, el nuestro de referencia, contemplan un desarrollo significativo, pudiendo transformarse a finales de semana en una tormenta tropical o subtropical.
Esto es algo relativamente habitual en el Atlántico central e incluso en el entorno de las Azores al final del verano y durante el comienzo del otoño, cuando el Atlántico alcanza su temperatura superficial máxima y las condiciones de cizalladura son aún favorables en ese sector. Cada pocos años uno de estos sistemas logra afectar al archipiélago de las Azores, dejando un intenso temporal de lluvia y viento así como oleaje de gran tamaño, y ocasionalmente acercándose a Europa ya como borrasca tras haber sufrido una extratropicalización.
Un caso muy extraño
La verdadera rareza del fenómeno no reside en la zona en la que va a suceder, sino en la época del año. Este tipo de sistemas se suelen formar en esa zona a partir del mes de agosto, pero son extremadamente raros en julio. Tal es así que desde 1951 y, según la base de datos de la NOAA, no hay ni un solo precedente durante la primera quincena de julio tan al norte y este del Atlántico y sólo uno en todo el mes de julio.
Entre las posibles causas, a parte de una dinámica favorable con escasa cizalladura y una baja aislada en niveles altos como detonante, podría encontrarse la elevada temperatura de la superficie del mar, que sí concuerda con la que suele haber en los meses de agosto, septiembre y octubre, cuando sí se han registrado otros precedentes parecidos. Aún así, el sistema está en proceso de desarrollo y quedan días para confirmar si logrará definitivamente convertirse en un ciclón tropical.
¿Qué implica para la península ibérica?
Aunque las depresiones que se forman en este sector tienen una cierta probabilidad de acabar afectando de una u otra forma a la península, no parece el caso. Al menos, no hay ninguna previsión que contemple su acercamiento de forma directa y menos como ciclón tropical.
Sin embargo, habrá que prestar atención a efectos indirectos, puesto que un sistema de bajas presiones en el Atlántico próximo podría favorecer la entrada de masas de aire subtropicales en nuestro entorno o fortalecer la vaguada situada al noroeste. También habrá que vigilar las importantes anomalías de la superficie del mar y los efectos que tendrán en este tipo de sistemas a medida que avance la temporada.