El cambio climático podría reducir el tamaño del cerebro humano según un reciente estudio
Se ha descubierto que el periodo de calentamiento del Holoceno ha llevado a una reducción de más del 10% en el tamaño del cerebro en los humanos modernos. ¿Qué podría pasar con la evolución del cerebro frente al actual calentamiento global?
Un reciente trabajo de investigación publicado en la revista científica Brain, Behavior and Evolution, propone un vínculo entre los cambios climáticos pasados a lo largo de la historia de nuestro planeta y una reducción del tamaño del cerebro humano.
Así como otras especies animales se han ido adaptando con los milenios a los distintos cambios climáticos naturales que fue atravesando la Tierra (como por ejemplo, las aves se hicieron más pequeñas y las lagartijas envejecen prematuramente), todo en un intento de adaptarse a las tensiones climáticas; este nuevo estudio revela que el cerebro, el órgano más vital del Homo sapiens, podría estar encogiéndose a medida que el mundo se calienta.
Investigaciones previas
La regla de Bergmann, una de las más formales de entre las llamadas reglas ecológicas térmicas, postulada por el anatomista, fisiólogo y biólogo alemán Karl Christian Bergmann durante el siglo XIX, indica que para los animales homeotermos (los que regulan su temperatura independientemente de la temperatura ambiente), el tamaño de su cuerpo guarda una relación inversamente proporcional a la temperatura de su hábitat.
Es decir, cuanto mayor es el tamaño de un animal menor es el área de superficie en proporción a su volumen, lo que implica que en zonas de climas fríos se reduce el intercambio de calor con el exterior, optimizando así su metabolismo. A la inversa, aquellos animales de climas calurosos que muestran un tamaño menor presentan una superficie mayor con respecto a su volumen, lo que también les permite liberar calor de una manera mucho más eficiente. Son ejemplo de esta regla de Bergmann especies como el zorro ártico, de mayor tamaño en comparación con sus pares del resto de Europa.
En un estudio previo, realizado por la Universidad de Cambridge, en Inglaterra, y la Universidad de Tubinga, en Alemania, comparó las medidas tanto del tamaño corporal como del cerebro de más de 300 fósiles del género Homo en diferentes partes de todo el mundo. Descubrieron que los aumentos en el tamaño del cerebro, específicamente, se debían más a una menor presencia de vegetación, como por ejemplo los correspondientes a la estepa euroasiática. A su vez, la falta de vegetación se relacionó con el aumento de la caza, una acción compleja que fomentó el aumento del tamaño del cerebro.
Sin embargo, según la investigación más reciente sobre las tendencias macroevolutivas, se encuentra que el cerebro humano en realidad ha disminuido de tamaño debido al calentamiento del período Holoceno.
Cambio climático y el cerebro humano
Para este nuevo trabajo de investigación se analizaron restos de especímenes Homo, unos 298 cráneos de los últimos 50 mil años, y cruzaron información con los registros de temperatura, precipitaciones y humedad, de dos períodos climáticos diferentes, antes y después de la última Edad de Hielo.
El científico cognitivo y coautor del estudio, Jeff Morgan Stibel, investigador del Museo de Historia Natural de California, en Estados Unidos, expone que la reducción del tamaño del cerebro de los seres humanos puede ocurrir como respuesta adaptativa del cerebro al estrés ambiental.
El Dr. Stibel examinó cada cráneo, que sometió a 373 sensores de capacidad independientes, y las comparó con cuatro registros climáticos de esos dos periodos. La investigación encontró que el tamaño del cerebro humano disminuyó un 10% durante el calentamiento general del Holoceno.
Descubrió, además, que la humedad y la precipitación influyeron también en el tamaño del cerebro, concluyendo que a mayor precipitaciones el cerebro era más grande, aunque en un grado mucho menor que el aumento de las temperaturas.
¿Qué puede significar para el futuro de nuestra especie este hallazgo?
Los resultados de la investigación del Dr. Stibel muestran que la biología humana está impulsada por la selección natural, influenciada por las condiciones ambientales. Con el paso de los miles de años, los cerebros de la especie Homo redujeron su tamaño conforme a la temperatura en la Tierra ha ido en aumento, esto lleva a los científicos a cuestionarse: qué ocurrirá con el fenómeno actual del acelerado calentamiento global y consecuente cambio climático.
A medida que la Tierra comienza a calentarse más rápidamente, no está claro cómo afectará a la fisiología humana en cientos y millas de años en el futuro, pero algunas proyecciones indican que las generaciones futuras tendrán un cerebro de menor tamaño que el que se conoce en la actualidad.
Sin embargo, los científicos han encontrado muy poca correlación entre el tamaño absoluto del cerebro y la inteligencia general. Con esto queremos destacar que, un cerebro más pequeño no significa que los humanos de las generaciones futuras se destruirán en animales con menos inteligencia.