El cambio climático impulsa la propagación de un virus mortal en Europa
La propagación de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo (FHCC), una enfermedad mortal transmitida por garrapatas, se está acelerando en Europa debido al cambio climático. La Organización Mundial de la Salud la considera una grave amenaza para la salud pública.
El cambio climático está provocando cambios significativos en los patrones meteorológicos, influyendo directamente en los hábitats de muchas especies. En este contexto, las garrapatas portadoras del virus FHCC están migrando a zonas más templadas, incluida Europa.
Un estudio publiado por Ali Mirazimi, virólogo del Karolinska Institutet de Suecia, reveló que las garrapatas se están expandiendo por el continente europeo debido a veranos más largos y secos.
FHCC, la hemorragia silenciosa: ¿cómo se transmite?
La fiebre hemorrágica de Crimea-Congo es una enfermedad altamente peligrosa que se encuentra en la lista de patógenos prioritarios de la OMS debido a su potencial para desencadenar brotes y pandemias. Los principales síntomas incluyen dolores de cabeza, fiebre alta, dolor en las articulaciones, dolor abdominal y vómitos.
Además, pueden presentarse ictericia y cambios de humor. Esta enfermedad recibió la denominación de "hemorrágica" porque provoca consecuencias agravadas en los pacientes, con posibles problemas hemorrágicos, como hematomas, hemorragias nasales y hemorragias en la piel.
La propagación del virus se produce a través de garrapatas de la familia Ixodidae, como las garrapatas Hyalomma, que pueden transmitir la enfermedad a humanos y otros animales a través de mordeduras y succiones. Además, los fluidos corporales infectados, como la sangre, también pueden transmitir el virus.
Expansión global de la FHCC: de los países tropicales a ser una amenaza emergente en Europa
Con el aumento de las temperaturas, estos vectores de enfermedades se están trasladando a regiones que antes eran inaccesibles, lo que hace posible que el virus se propague. En España ya se han registrado casos de la enfermedad, y es probable que otros países europeos se enfrenten pronto al mismo problema.
Sin embargo, cabe señalar que, a pesar de la preocupación a nuestra escala geográfica, la FHCC ya es endémica en varios países de África, Oriente Medio, Asia Central y Europa del Este. Hasta ahora, estos tienden a ser países con climas más cálidos que la mayor parte de Europa Occidental, Central y del Norte.
Esta es una lista de las regiones y países en donde la enfermedad es considerada endémica.
Continente/Zona Geográfica | País |
---|---|
África | Benín, Burkina Faso, República Centro-Africana, República Democrática del Congo, Egipto, Etiopía, Guinea, Kenia, Madagascar, Mauritania, Namibia, Nigeria, Senegal, África del Sur, Sudán, Tanzania, Uganda, Zimbabue |
Medio Oriente | Irán, Iraq, Omán, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos |
Asia | Sectores de China, sectores de India, sectores de Pakistán, sectores de Rusia |
Asia central | Azerbaiyán, Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán, Turkmenistán |
Europa meridional y oriental | Albania, Armenia, Bosnia e Herzegovina, Bulgaria, Croacia, Georgia, Grecia, Macedonia, Montenegro, Serbia, Eslovenia, Turquía, Ucrania |
Países en los que la FHCC es considerada endémica. |
El desafío terapéutico y el llamado urgente a la acción climática
Aunque no existe un tratamiento específico para la FHCC, el fármaco antiviral ribavirina se ha utilizado como opción terapéutica. Sin embargo, la efectividad del fármaco aún está en entredicho. La atención médica de los pacientes incluye el mantenimiento de una buena hidratación, control y corrección de electrolitos, administración de oxígeno y transfusiones de sangre cuando sea necesario. También es necesario tomar precauciones para evitar posibles infecciones bacterianas secundarias.
La propagación acelerada de FHCC en Europa es una advertencia sobre la urgencia de actuar en relación con el cambio climático. Se insta a los líderes políticos y empresariales a tomar medidas efectivas para frenar la contaminación y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
El aumento de las temperaturas globales y la propagación de enfermedades plantean amenazas importantes para la salud pública y, si no se toman medidas para abordar estos problemas, los países europeos estarán cada vez más expuestos al riesgo de brotes e incluso a una posible pandemia del virus FHCC.