El calentamiento global ha pisado el acelerador: nuevos datos reveladores salen de un estudio con científicos de EE. UU.
Un reciente estudio de atribución de Climate Centrale certifica que los últimos doce meses han sido los más cálidos de toda la serie histórica. El calor extremo afecta cada vez a más zonas de la Tierra.
En 2023, el calentamiento global ha subido un nuevo escalón. Varios factores han contribuido a ello. Los datos certifican lo que está notando la mayoría de la población mundial, ya que prácticamente no hay región terrestre donde, en mayor o menor medida, las temperaturas no hayan repuntado con respecto a las de años anteriores, siendo además muchos los lugares donde se han producido episodios de calor extremo que han batido récords.
Esta semana salió publicado un estudio de atribución llevado a cabo por Climate Centrale, que certifica la excepcional concatenación de meses cálidos que estamos viviendo. Esta organización internacional tiene su sede en Princeton, EEUU y trabajan en ella tanto científicos especialistas en clima como comunicadores. Elaboran análisis y estudios a partir de todos los datos disponibles, para generar información sobre el cambio climático relevante, presentada de forma atractiva para lograr que su difusión tenga un gran alcance.
Un calentamiento más extremo y global que nunca
Según el citado estudio (The hottest 12-month stretch in recorded history), en los últimos doce meses –desde noviembre de 2022 hasta octubre de 2023– la temperatura ha estado 1,32 ºC por encima de del promedio preindustrial que se toma como referencia. Bastantes días de ese período se ha superado el famoso grado y medio. Incluso, un día de esta semana la anomalía de temperatura global alcanzó los +2 ºC.
Según una reciente estimación dada a conocer por Copernicus, el famoso grado y medio (+1,5 ºC) podrá alcanzarse de manera sostenida para el conjunto de la Tierra en diciembre de 2034, aunque estas proyecciones se están continuamente recalculando.
Para la elaboración del estudio de Climate Centrale se han analizado los valores de las temperaturas medias diarias y de las olas de calor extremo ocurridas en la mayoría de países del mundo y en 920 grandes ciudades, para lo cual han estimado los valores del índice CSI (Climate Shift Index). Este índice de cambio climático permite atribuir las temperaturas al calentamiento global.
En 170 países las temperaturas medias de los últimos doce meses superaron las normales de los últimos 30 años, exponiendo a 7.800 millones de personas –el 99% de la población mundial–, a un calor superior a la media. España obtuvo un índice 1,4, lo que significa que el calentamiento global hizo en torno a 1,5 veces más probable la subida de la temperatura experimentada. Es el país europeo donde más hemos notado ese calor anómalo.
El año 2023 desbancará a 2016
Es ya prácticamente seguro que 2023 va a ser el año más cálido de toda la serie histórica, y eso a pesar de que el actual evento de El Niño todavía no ha aportado a la atmósfera la mayor parte del calor atribuible a él. Lo hará principalmente este invierno y la próxima primavera, por lo que será de cara a 2024 cuando más calor aportará al aire, lo que tendrá un mayor reflejo en el repunte de la temperatura.
El estudio documenta centenares de picos de calor extremo que se han producido por las áreas continentales y certifica su atribución al cambio climático. No incluye los datos extremos de la temperatura superficial de los océanos que se han registrado también durante los últimos doce meses. Las excepcionales y persistentes anomalías cálidas oceánicas constituyen uno de los factores clave que explica el repunte experimentado por el calentamiento global.
Aunque todavía no se puede afirmar categóricamente que 2023 será el año más cálido de toda la época instrumental (desde 1850), la probabilidad de que eso ocurra es muy alta y podemos darlo prácticamente por seguro. Hasta el momento, el año que ocupa la primera posición del podio de los años más cálidos es 2016, pero a la vista de la evolución que ha tenido la temperatura global lo que llevamos de año (de enero a octubre), es prácticamente imposible que 2023 no pase a ocupar la primera posición.
Este hecho, que se analizará en detalle una vez que concluya el presente año, nos debe hacer reflexionar sobre las circunstancias en que se ha producido. En 2016 fue el evento fuerte de El Niño 2015-16 el principal factor que contribuyó al repunte de la temperatura experimentado en 2016. El forzamiento de los episodios intensos de El Niño se produce principalmente el segundo año de su ciclo vital.
De lo anterior podemos deducir lo que antes ya apuntamos: el previsible nuevo año más caluroso (2023) no tendrá como causa principal el actual evento de El Niño. Ha sido la combinación de otros factores (anomalías de SST en grandes regiones oceánicas y una menor cobertura de hielo, principalmente) lo que ha propiciado el salto hacia arriba en la temperatura.