El bonito pueblo fantasma que renació en el corazón del Parque Natural Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama

Hoy queremos enseñarte cómo un pueblo que en su día quedó en el olvido ha resurgido con una nueva vida y encanto. Está en Málaga y garantiza unas vacaciones para desconectar del exterior.

Acebuchal
Detalle de las casas blancas encaladas con flores de colores colgando de sus ventanas, una estampa típica de este pueblo andaluz situado en la provincia de Málaga.

Se encuentra a medio camino entre Frigiliana y Cómpeta, dos municipios de la provincia de Málaga, y tiene tras de sí una historia marcada por el conflicto y el abandono. Nos referimos al Acebuchal, pueblo situado en mitad del parque nacional que conforman las sierras de Tejeda, Almijara y Alhama, en Andalucía.

Un pueblo fantasma tras la Guerra Civil Española

Para entender un poco su historia tenemos que retroceder unos cuantos años, más de ochenta, concretamente a la Guerra Civil Española y los años de la posguerra.

Acebuchal fue un punto estratégico para los maquis, los guerrilleros que luchaban contra el régimen franquista durante la Guerra Civil

Debido al apoyo que los habitantes de este pueblo malagueño dieron a los maquis, posteriormente fueron obligados a abandonar sus hogares en 1948 por orden de las autoridades franquistas. Este desplazamiento forzoso dejó al pueblo deshabitado y sumido en el olvido.

Y así ha permanecido durante más de cincuenta años, como un pueblo fantasma. Sus casas de piedra se fueron derrumbando lentamente, cubiertas por la vegetación que invadía todo. Igual fortuna tuvieron los caminos que una vez conectaron Acebuchal, abandonados en el más absoluto olvido, de manera que el pueblo era conocido solo por unos pocos aventureros y senderistas que se atrevían a explorar sus ruinas.

Afortunadamente, todo cambió a finales de la década de 1990 gracias a la dedicación y el esfuerzo de Antonio "El Zumbo" y Virtudes Sánchez, una pareja que decidió devolverle la vida a este pueblo olvidado. Con paciencia y mucho trabajo, comenzaron la restauración de las primeras casas, respetando la arquitectura tradicional andaluza y utilizando materiales originales siempre que fue posible.

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El reclamo reclamo turístico rural más importante de la zona

Su proyecto atrajo a otros entusiastas y descendientes de los antiguos habitantes, quienes también se unieron a la labor de reconstrucción, y así, poco a poco, Acebuchal empezó a recobrar su antigua forma. Se reconstruyeron las casas, se restauraron las calles empedradas y se revitalizaron los espacios públicos, como la pequeña iglesia y las plazas.

En la actualidad, Acebuchal cuenta con alrededor de 30 casas restauradas, muchas de las cuales se utilizan como alojamientos rurales. Este resurgimiento ha convertido al pueblo en un destino turístico único, donde los visitantes pueden disfrutar de la tranquilidad del entorno natural, la autenticidad de un pueblo andaluz tradicional y la hospitalidad de sus nuevos habitantes.

Vacaciones con desconexión digital más que garantizada

En cualquier caso, el Acebuchal es mucho más que un pueblo restaurado. Además de ser un símbolo de la resiliencia y la capacidad de renacimiento, cuando uno llega allí viaja en el tiempo. Y es que es habitual la presencia de burros y mulas en sus calles empedradas.

Es un pueblo que ofrece lo más parecido al paraíso de la desconexión, ya que allí no hay señal de televisión (solo por satélite) ni cobertura de telefonía móvil, lo que obliga a los visitantes a llevar dinero en efectivo, ya que no se acepta el pago con tarjeta. Además, los visitantes pueden disfrutar de su lujosa gastronomía, que incluye desde un desayuno arriero o un almuerzo de carnes de caza. Todo un lujo para los que buscan el silencio y la tranquilidad.