El Atlántico tropical despierta con tormentas tropicales y huracanes, ¿cuáles podrían ser las consecuencias en Europa?
La recién formada tormenta tropical Harold y la progresiva intensificación de Franklin ponen en alerta al Caribe y el Golfo de México. ¿Logrará alguno de estos sistemas internarse en el Atlántico y alterar la dinámica del chorro polar?
En los últimos días, varios ciclones tropicales se han desarrollado en latitudes bajas a lo largo del Atlántico. Tras varias semanas con escasa actividad, esta cuenca parece haber despertado y previsiblemente continuará con una gran actividad durante las próximas jornadas. En estos momentos hay activas 3 tormentas tropicales y dos ondas con cierta probabilidad de desarrollo a lo largo de la semana.
Esto tiene lugar en una temporada de huracanes que ha despertado muchas dudas e interés en la comunidad científica. Por una parte, el incipiente El Niño del Pacífico es un fenómeno conocido por incrementar la cizalladura en regiones tropicales del Atlántico e inhibir la formación de huracanes. Por otro lado, el Atlántico presenta una anomalías de temperatura de récord, nunca antes observadas desde que existen registros, lo que en cierto modo podría favorecer el desarrollo de ciclones tropicales y contrarrestar en parte los efectos de El Niño.
La realidad es que de momento, aunque no ha destacado especialmente, la temporada no parece ser tranquila para lo que cabría esperar dadas las circunstancias, y muy probablemente la elevada temperatura de la superficie del mar esté favoreciendo el desarrollo de estos sistemas en condiciones a priori ligeramente hostiles. También es cierto que por ahora no se ha desarrollado ningún gran huracán, aunque la probabilidad de que suceda durante estos próximos días no es ni mucho menos nula.
¿Segundo huracán de la temporada en camino?
Actualmente siguen mostrando cierta actividad los restos de Emily, una tormenta tropical con un corto ciclo de vida que se formó el pasado fin de semana, aunque ahora mismo hay tres ciclones tropicales activos: la tormenta tropical Gert, debilitada a depresión tropical en las últimas horas y las tormentas tropicales Franklin y Harold.
Esta última no tendrá tiempo de intensificarse demasiado, puesto que tocará tierra esta tarde en las costas del sur de Texas, sin embargo, Franklin tendrá posibilidades de intensificarse durante los próximos días tras cruzar la República Dominicana e internarse posteriormente Atlántico Norte.
¿Este repunte de actividad tendrá consecuencias en Europa?
Inicialmente no habrá repercusiones, al menos mientras estos sistemas se muevan por el trópico, pero esto podría cambiar la semana que viene cuando Franklin o sus restos se incorporen al chorro de latitudes medias. La probabilidad de que Franklin o cualquiera de las ondas posteriores afecte como ciclón tropical a Europa o a la Península Ibérica es sumamente baja, algo más probable es que pueda llegar a hacerlo en forma de borrasca, pero lo que sí es altamente probable es que altere la dinámica del chorro y condicione durante varios días la situación meteorológica en Europa occidental.
La irrupción de un sistema de estas características aporta aire cálido y húmedo al chorro polar, incrementando la inestabilidad baroclina en puntos concretos creando grandes una baja profunda en superficie y ondas en niveles altos que se pueden ir propagando hacia el oeste, cambiando completamente la dinámica atmosférica en su proximidad.
Sin embargo, lo único que aporta este escenario es incertidumbre; facilitará que masas de aire emigren lejos de su latitud de origen, pero dependiendo de en qué posición quede la Península Ibérica respecto de estas ondas del chorro polar podría desencadenar escenarios muy diversos.
Se puede concluir, por tanto, indicando que la llegada de ciclones tropicales a latitudes medias puede condicionar significativamente las condiciones meteorológicas en nuestro entorno, rompiendo con la monotonía estival y dificultando la predicción a medio y largo plazo, pudiendo darse escenarios muy diversos que no podrán concretarse hasta plazos relativamente cortos.