¡El agujero negro supermasivo de la Vía Láctea está a punto de activarse!
Una nube de gas se dirige en espiral hacia el agujero negro supermasivo Sgr A*, situado en el centro de la Vía Láctea. Esta nube podría hacer que el agujero negro se activara por primera vez en mucho tiempo, ya que actualmente permanece en gran medida inactivo.
Los agujeros negros supermasivos son objetos estelares que se encuentran en el centro de las galaxias, cuya masa puede ser miles de millones de veces mayor que la del Sol. La Vía Láctea tiene un agujero negro supermasivo en su centro, el Sgr A* (Sagittarius A*).
Existe un gran misterio en torno a estos objetos: ¿cómo llegaron al centro de la galaxia y cómo alcanzaron su tamaño? Estas dos preguntas todavía no tienen una respuesta final, y muchos investigadores enfocan su trabajo en tratar de responderlas usando telescopios, siendo uno de los mejores ejemplo el James Webb.
Una de las maneras de entenderlos y observarlos es cuando capturan algo y comienzan su fase de acreción. El agujero negro más cercano a nosotros está a punto de comenzar este proceso, según indica un estudio publicado en la revista científica The Astrophysical Journal.
¿Cómo se alimentan los agujeros negros?
Cuando pensamos en agujeros negros, lo primero que se nos viene a la cabeza es que son objetos que devoran todo lo que encuentran a su paso mientras viajan por el Universo. Sin embargo, el proceso en el cual ellos se alimentan es mucho más complejo que eso.
En primer lugar, se necesita que algo sea capturado por el fuerte campo gravitacional del agujero negro. A partir de este punto, el proceso puede ser llamado de acreción.
Las partes internas del disco comienzan a girar en forma de espiral hacia el centro del agujero negro. El disco de acreción puede emitir un brillo, el cual puede ser detectado por los telescopios, permitiendo una mejor comprensión del complicado proceso de acreción.
Sgr A*: el agujero negro supermasivo de la Vía Láctea
Para entender mejor estos objetos, es útil observar el agujero negro más cercano a nosotros, el Sgr A*. Ha sido estudiado durante varias décadas, e incluso dispone de un Premio Nobel de Física asociado a su descubrimiento, además de contar con la segunda imagen de un agujero negro, publicada por el Telescopio Event Horizon.
Como la mayoría de los agujeros negros cercanos a nosotros, el Sgr A* está en un estado en el que se alimenta muy poco. Su "dieta" se limita a los vientos estelares que lo orbitan, lo que es realmente poco, y algunos investigadores lo consideran como un agujero negro inactivo.
Sin embargo, es importante que nos fijemos en el entorno en el que se encuentra, y recientemente, utilizando datos de unos 20 años, se han encontrado indicios de que una burbuja de gas se está acercando a Sgr A*.
Se acercan los restos de la colisión de dos estrellas
Analizando datos del centro de la Vía Láctea, investigadores de la Universidad de California encontraron una burbuja de gas, conocida como X7. Esta burbuja de gas tiene alrededor de 50 veces la masa de la Tierra, y se mueve a una velocidad de 1100 km/h, en una órbita elíptica alrededor de Sgr A*.
Observaciones más detalladas llevaron al grupo de investigadores a proponer que esta burbuja de gas proviene del choque directo de dos estrellas. Cuando las estrellas colisionaron, cercanas a Sgr A*, liberaron restos de gas, el que ahora se encuentra orbitando el agujero negro.
Los momentos previos al "almuerzo"
Si seguimos la trayectoria de la burbuja de gas X7, podremos rastrear los momentos previos a que el agujero negro supermasivo entre en actividad. Puede darnos una idea de la fuerza gravitatoria del objeto central y de cómo afecta al entorno que lo rodea.
Además, comprender la burbuja de gas puede darnos respuestas sobre la física de la acreción, que es un proceso complejo y aún con preguntas abiertas. Por último, la burbuja también puede orientarnos hacia las respuestas a las dos preguntas esenciales de cómo surgieron y por qué están ahí.