Efectos ópticos de la niebla: espectro de Brocken y arco de luna
Con la llegada del invierno la formación de nieblas es habitual en nuestro país, por lo que es el mejor momento para avistar efectos ópticos relacionados con ella. ¿Cuáles son y cómo se forman?
Todo el mundo ha visto la niebla, y a muchas personas no les gusta por la elevada pérdida de visibilidad que a veces se produce. En estos últimos días, la niebla y los efectos ópticos que le acompañan han sido noticia y los protagonistas de muchas imágenes en las redes sociales.
¿Qué es la niebla y la neblina?
La niebla es un hidrometeoro muy discreto, ya que a diferencia de la lluvia no hace ruido. Normalmente, se deja ver por las mañanas cuando nos levantamos o si estamos en una montaña, aunque puede ser persistente en algunas zonas en invierno. Dependiendo de la visibilidad, los observadores meteorológicos las clasifican en: niebla débil, moderada o densa.
Según su formación y origen encontramos distintos tipos de niebla, aunque las más conocidas y comunes son las de radiación y advección. Las primeras son las que se forman durante el invierno en los grandes valles (Ebro, Guadalquivir, Tajo...) y depresiones de las dos Mesetas. Las otras, en cambio, se forman sobre todo entre otoño y primavera en el mar, y en ocasiones alcanzan la línea costera.
La neblina es un hidrometeoro similar a la niebla y está formada por pequeñas gotas de agua en suspensión la atmósfera. A simple vista no vemos la diferencia pero, en realidad se distinguen por la densidad y tamaño de esas partículas. Si la visión es de menos de un kilómetro se considera niebla, y si la vista alcanza más alla hablamos de neblina.
Efectos ópticos de la niebla
El espectro de Brocken es un efecto óptico más difícil de observar, ya que es necesario estar en un sitio elevado. Aparece cuando el Sol está a las espaldas de una persona cuya sombra es proyectada sobre las gotitas que componen la niebla. El efecto es espectacular, y quien tiene la suerte de verlo, observará una gigantesca figura proyectada y rodeada de halos de luz de múltiples colores, a causa de la difracción de la luz.
Se conoce como espectro de Brocken porque la primera vez que se detectó fue en Alemania, en uno de los picos de los montes Harz, llamado Brocken, en 1780. Desde entonces, se ha vuelto una figura importante en la literatura germana o en leyendas de montaña de Europa. Tanto este fenómeno como otros, sedujeron a grandes escritores como Charles Dickens o Goethe.
Por otro lado, hablar de la difracción, refracción o reflexión de la luz nos hace pensar en los arco iris. Existen también los de niebla -o arco de luna-. Se forman a causa de la difracción, en vez de la refracción. Las gotas de la neblina son más diminutas (menores de 0,05 mm) y en comparación con las de la lluvia, no pueden reflejar colores. La luz que llega se difumina y se vuelve incolora, creando un arcoíris albino.