Dos planetas enanos más allá de Neptuno podrían albergar condiciones para la vida, los científicos explican por qué
Eris y Makemake, dos planetas enanos, muestran una sorprendete actividad geológica. Esta información nos lleva a pensar en la posibilidad de albergar océanos bajo sus superficies heladas. Entonces, ¿también podría haber vida?
El sistema solar alberga los ocho planetas que todos conocemos y nuestra estrella, capaz de darnos vida. Pero también se encuentran los planetas enanos, como lo es Plutón. La Unión Astrofísica, que dicta los criterios para considerar un planeta como tal añadió en el grupo de los “enanos” a Ceres, Humea, Eris y Makemake. Pues bien, estos dos últimos podrían albergar vida.
¿Dónde se encuentran Eris y Makemake?
Excepto Ceres, el resto de planetas enanos se encuentran más allá de la órbita de Neptuno, es decir, en la zona exterior de nuestro sistema. A ese lugar se le conoce como cinturón de Kuiper. Este lugar está poblado por millones y millones de cuerpos rocosos que se podrían ocultar mundos habitables aún sin descubrir. Ahí es el hogar de Eris y Makemake.
Eris, es tan solo 44 kilómetros más pequeño que Plutón. Sin embargo, es un 25 % más masivo gracias a una mayor concentración de roca en su núcleo. Por otro lado, Makemake, fue descubierto dos meses después que Eris y resulta ser más pequeño y con un radio de 1163 kilómetros.
La noticia aquí, es que tanto Eris como Makemake podrían ser geológicamente activos, como lo es Plutón. Eso significa que podrían albergar océanos subterráneos y claramente, si hay agua, puede ser que haya vida. Esta es la conclusión a la que han llegado científicos de la División de Ciencias Espaciales del Southwest Research Institute, en Texas.
El metano es la clave
En 2015, tras descubrir que Plutón tenía gigantescos volcanes helados y en definitiva actividad volcánica, se llevó a cabo un estudio similar con Eris y Makemake. Los datos aportados por James Webb para el estudio, sugirieron que estos dos también eran geológicamente activos y que contenían gases en sus superficies heladas.
El telescopio James Webb es capaz de captar imágenes de lugares que antes eran inaccesibles y sus instrumentos son incluso aptos para reconocer los distintos isótopos de los átomos que componen cada sustancia química. Gracias a él, descubrieron que el gas más llamativo fue el metano. Dentro de este grupo de gases diferenciaron dos: el abiótico y el termogénico.
La principal diferencia entre ambos está en la cantidad de hidrógeno y deuterio que hay en sus moléculas. Según Christopher Glein, geoquímico y coordinador de la investigación, la relación de hidrógeno y deuterio abren una ventana para mirar en el subsuelo de ambos planetas. En resumen, Eris y Makemake podrían tener fuentes potenciales de agua líquida bajo sus superficies heladas.
¿Habrá vida lejos del Sol?
Estos hallazgos aumentan la posibilidad de encontrar vida lejos del Sol. Es importante reconocer que este trabajo se basa en una serie de suposiciones y aproximaciones, y no puede considerarse un hecho definitivo. La posibilidad de que haya agua dentro de Eris y Makemake será objeto de estudio en los próximos años. Una nueva tendencia esperanzadora que nos lleva a pensar que planetas alejados de nuestra estrella podrían albergar vida.
El cinturón de Kuiper está resultando mucho más “vivo”, en términos de albergar mundos dinámicos, de lo que se creía en un principio. No es demasiado pronto para empezar a pensar en enviar una nave espacial para que sobrevuele uno de estos cuerpos y situe los datos del James Webb en un contexto geológico preciso.
Referencia de la noticia:
Christopher R. Glein. et al Moderate D/H ratios in methane ice on Eris and Makemake as evidence of hydrothermal or metamorphic processes in their interiors: Geochemical analysis. Icarus (2024).