Dilema aire acondicionado: temperatura ideal para trabajar... y dormir
Las temperaturas van subiendo y el ambiente en la oficina se va caldeando, por el calor y el lío del aire acondicionado. También pasa en casa. Te contamos las temperaturas 'justas'.
Se avecina un repunte en las disputas sobre la temperatura en los aires acondicionados de oficinas, despachos y habitaciones de todo el país. En esta predicción median los mapas, a la vista del aire tropical en ciernes, pero sobre todo la casuística. Con el incremento del calor, los malos rollos en los puestos de trabajo y en casa son directamente proporcionales a los grados de menos en los aparatos, o casi. Vamos a abordarlos.
En verano, de 23 a 27 ºC en los espacios de trabajo
Una buena opción para evitar el ‘cara a cara’ es recurrir a lo legalmente aceptado. Frente a un Real Decreto hay poco que alegar: en los locales donde se lleven a cabo trabajos sedentarios, propios de oficinas o similares, la temperatura deberá oscilar entre los 17 y 27 ºC. A esta horquilla, después, hay que aplicar una pequeña dosis de sentido común. El umbral más bajo evidentemente se refiere al invierno, cuando llevamos prendas de abrigo, y el alto al verano con la ropa más fina. Así en este último, que es el que ahora nos preocupa, la temperatura ideal debe estar comprendida entre los 23 y 27 ºC, según el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo. Esto también se puede extrapolar a casa.
Si el trabajo conlleva una actividad ligera, más allá de estar sentado frente al ordenador, la temperatura de los locales debe ser algo más baja, entre los 14 ºC y los 25 ºC atendiendo a las máximas de antes, según sea invierno o verano. En el período estival es aconsejable ajustar la temperatura del aire acondicionado al extremo superior del umbral, de 25 a 27 ºC, por dos motivos. El primero, y más importante, para evitar los cambios de temperatura bruscos si vamos a salir al exterior; el segundo nos toca el bolsillo, cada grado de menos encarece un 7% nuestra factura de la luz.
22 ºC para dormir bien
En los medios de comunicación se suele dar mucha más comba a las temperaturas máximas que a las mínimas, pero ojo con estas últimas porque son las que, sobre todo, influyen en nuestro descanso. En episodios de ola de calor sufrimos noches tropicales y ecuatoriales, que a efectos prácticos podríamos definirlas como ‘aquellas que no dejan pegar ojo’. En la calle las temperaturas pueden no bajar de los 25 ºC y en los dormitorios más de lo mismo. A partir de los 26 ºC tu cuerpo se pone en marcha para refrescarte y afecta al sueño.
La temperatura ideal varía de una persona a otra, es un tema bastante subjetivo, pero por consenso se dice que debe estar entre los 15 y 22 ºC para dormir a pierna suelta. Sábana o nórdico mediante, ahí ya se debe jugar con el ‘gramaje’. Los expertos aducen que en verano de 22 a 24 ºC ya conciliamos bien el sueño.