Mientras lees esta noticia morirán 20 personas por aire contaminado
Hoy se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente y tiene la contaminación del aire como elemento central, responsable de la muerte de 7 millones de personas cada año. ¡Una cada 5 segundos!
El ser humano cada vez tiene mayor capacidad para modificar su entorno. Ha creado ciudades colosales, una industria avanzada pero, casi en su plenitud, muy contaminante y maquinaria que puede pulverizar una montaña en un santiamén. Las virtudes del desarrollo se solapan con su potencial para emitir gases, tóxicos para sus mismos creadores, y una facultad infinita de crear residuos. La contaminación del aire “es un asesino silencioso, invisible y prolífico responsable de la muerte prematura de siete millones de personas cada año”, avisa David Boyd, Relator Especial sobre derechos humanos y medio ambiente. Esta cadencia supone que cada cinco segundos muere alguien envenenado por el aire.
Estamos ante una lacra que sin levantar polvareda está afectando a nuestra calidad de vida y bienestar, que es un derecho primordial. “El aire limpio es un componente central del derecho a un ambiente saludable, junto con el agua limpia y saneamiento adecuado” aduce Boyd entre otras cosas, como garantizar un clima seguro y una buena alimentación. La contaminación del aire es el tema central de este Día Mundial del Medio Ambiente, que se celebra hoy, 5 de junio, por un acuerdo de Naciones Unidas que data de 1972. Los Estados deben tomar medidas en favor de un medio ambiente sano, por responsabilidad y legalidad, y nosotros también debemos contribuir a ello.
¿Qué pueden hacer los Estados?
Recientemente, David Boyd ha redactado un informe para el Consejo de Derechos Humanos de la ONU que recaba pasos claves que deben seguir los Estados, tales como monitorear la calidad del aire y sus impactos sobre la salud humana, o evaluar las fuentes de contaminación. Después aboga por que toda esa información esté a disposición del público, facilitada a través de avisos. Además, las administraciones deberían desarrollar planes de acción para la calidad del aire a nivel local, nacional y, si es necesario, regional, obligando a que se cumplan las normas.
¿Qué puedo hacer yo?
Es fácil escudarse en la supuesta quietud del Estado, pero nosotros también podemos hacer un montón de cosas para cuidar nuestro entorno. Por ejemplo, en el hogar la principal fuente de contaminación es la quema de combustibles fósiles o de biomasa para cocinar o calentar. Esto sobre todo es un problema en los países en desarrollo que provoca 3,8 millones de muertes prematuras. Después está la movilidad, que representa casi un cuarto de las emisiones de dióxido de carbono. Debemos optar por el transporte público, compartir coche o desempolvar la bicicleta. Otra medida de fácil aplicación es el tratamiento de los residuos, dicho de forma llana, ‘sacar bien la basura’. Hay que reciclar al máximo y así reducir el papel de los vertederos, que liberan a la atmósfera metano o carbono negro.