Alerta de desertificación: los climas semiáridos en España aumentan
La Asamblea General de Naciones Unidas designó en 1994 que el 17 de junio fuese el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía. Este problema afecta a más de 110 países en el mundo pero, ¿de qué se trata y cómo afecta a España?
Mañana se celebra el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía. Como cada año, el 17 de junio se intenta crear conciencia de la importancia que tiene para los seres humanos y el planeta abordar y dar soluciones a los problemas de desertificación y sequía, y más desde un país tan perjudicado como lo es España.
Desertificación y sequía, ¿qué son?
La desertificación es el resultado de una permanente degradación de los suelos, ocasionado por una constante deforestación de los bosques, salinización, falta de agua y sobreexplotación de los acuíferos. En cambio, la sequía representa una modificación o anomalía del clima, que ocurre cuando los niveles del agua están por debajo de lo que corresponde en una determinada área geográfica.
Actualmente, la desertificación es una amenaza creciente en la Unión Europea, causada tanto por la actividad humana como por el cambio climático. A partir de datos paleoclimáticos e investigaciones se espera que los cinturones de lluvia y las zonas secas del planeta se desplacen hacia el norte.
Las zonas húmedas y áridas se están desplazando hacia el norte
Los escenarios de cambio climático indican una creciente vulnerabilidad a la desertificación en todo el planeta. Las temperaturas van en aumento, hay más períodos de sequías y menos precipitaciones por el sur de Europa. España, Portugal, Italia y Bulgaria son países que ahora mismo están sufriendo los efectos.
Un estudio publicado en Science Advances afirma que el calentamiento global está desplazando las zonas húmedas y áridas hacia el norte del planeta (y al sur tenemos el Sahara). Este estudio se realizó a partir de análisis de calentamientos planetarios pasados. A medida que aumentan las temperaturas, aumentan la intensidad de las sequías y otros fenómenos meteorológicos graves como lo son las inundaciones, erosión, incendios forestales, etc.
¿En qué situación se encuentra España?
España, como país afectado y ratificado por la Convención de Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación, prepara un Programa de Acción Nacional como elemento central para luchar contra la desertificación. Tras otros varios ejemplos y casos avanzados en desertificación, como fue el de Nairobi en 1977, surgió el Proyecto de Lucha contra la Desertificación en el Mediterráneo, más conocido como Proyecto LUCDEME. El plan está actualmente vigente y es desarrollado por la Dirección General de Desarrollo Rural y Política Forestal del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, teniendo como objetivo mejorar el conocimiento sobre la desertificación y conocer los métodos para su mitigación en nuestro país.
La sequía también es uno de los riesgos climáticos más complejos y dañinos. Actualmente estos eventos se están recrudeciendo y las proyecciones climáticas apuntan hacia un incremento. Desde 1961, el resultado ha sido un aumento de los climas semiáridos, en torno al 6% de la superficie total de España. Las zonas más afectadas son Castilla La Mancha, el valle del Ebro y el sureste peninsular. Se trata de un problema grave que ocasiona millones de pérdidas económicas al año.
A pesar de que nuestro país está gravemente castigado por las sequías y los incendios, los bosques siguen creciendo; y el abandono del campo y de los cultivos son la principal causa. Esto resulta ser de momento un factor tranquilizador, especialmente si tenemos en cuenta que en los últimos años el bosque ha crecido un 30%. De cara al futuro, las proyecciones van en dirección totalmente opuesta. Tendremos que mantenernos vigilantes.