Día para hablar de desastres con La Palma en "ebullición"
Los desastres naturales, algunos de ellos ligados al actual cambio climático, llegan a ser inevitables. Ahora bien, si se toman algunas medidas correctas, los daños pueden verse minimizados. Este es el objetivo principal de este Día Internacional para la Reducción del Riesgo de Desastres.
La isla de La Palma se ha convertido en un claro ejemplo de una zona azotada por los desastres naturales en España. Primero por el incendio en agosto, luego la ola de calor, la persistente sequía desde 2017 y ahora con la erupción del volcán de Cumbre Vieja. Por ello, hoy 13 de octubre no está de más recordar que se celebra el Día Internacional para la Reducción de los Desastres, aunque con objetivos más globales.
Objetivo: reducir riesgos y pérdidas humanas
El Día Internacional para la Reducción del Riesgo de Desastres es una oportunidad para revisar y reconocer los progresos realizados en la reducción del riesgo de desastres y las pérdidas de vidas. Básicamente se trata de minimizar los riesgos derivados de los desastres naturales y generar una cultura mundial sobre prevención y preparación ante fenómenos naturales, y para ello, lo primordial es la educación.
Este año se hace hincapié en una de las Siete Metas del Marco de Sendai: "cooperación internacional para que los países en desarrollo reduzcan su riesgo de desastres y sus pérdidas por los desastres". Desde el 2015, el Marco de Sendai reúne una serie de propuestas enfocadas a la reducción sustancial del riesgo de desastres y de las pérdidas ocasionadas por los desastres, tanto en vidas como en bienes económicos, físicos y sociales.
¿A quién afecta más?
Los desastres naturales afectan de manera desproporcionada a los países de ingresos bajos. Las ciudades más dañadas son particularmente vulnerables a los peligros meteorológicos, cada vez más frecuentes y extremos, como las tormentas, las sequías y otros muchos efectos del cambio climático. Respecto al término de "desastre natural" se hace referencia a las pérdidas de vidas humanas y materiales como consecuencia de fenómenos naturales.
La asignación de partidas para la respuesta a las emergencias es aproximadamente 20 veces mayor a la destinada en prevención y preparación, lo que va en contra de los principios de sostenibilidad, según destaca Naciones Unidas.
Preocupan sobre todo la mortalidad, el número de heridos, de desplazados, las pérdidas económicas y los daños infraestructurales. Durante los últimos 20 años, más de 1,35 millones de personas han perdido la vida como resultado de la exposición a amenazas naturales, en especial mujeres y niñas. También más de 4000 millones de personas han tenido que ser desplazadas, se han quedado sin hogar o han resultado heridas.
¿De dónde surge esta idea?
Fue en el año 1989 cuando la Asamblea General de la ONU decidió designar el segundo miércoles de octubre como el Día Internacional para la Reducción del Riesgo de Desastres Naturales. En el 2009, la celebración pasó al 13 de octubre y cambió de nombre, llamándose a partir de entonces como: Día Internacional para la Reducción del Riesgo de los Desastres.
El 'culpable' de este cambio es la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR) quienes dijeron que: 'los desastres no son naturales, sino que son el resultado de las omisiones y la falta de prevención y planificación ante los fenómenos de la naturaleza'.