Mujeres para salvar el planeta

En muchos casos la mujer tiene un papel secundario, sobre todo en países en desarrollo. En ese contexto hay activistas que se han convertido en líderes de iniciativas medioambientales muy ambiciosas. Ejemplos de superación.

Mujeres
A pesar de todas las trabas de muchos países en desarrollo, están surgiendo mujeres líderes en la lucha medioambiental.

Hoy vamos a dejar de lado el lenguaje inclusivo. Es día de reivindicar el papel de la mujer en cualquier ámbito, entre ellos, la ciencia y el medio ambiente. Naciones Unidas ha amanecido con una noticia de portada que evidencia la influencia de la mujer en la ciencia. La eclosión de ellas como líderes de países en desarrollo, que pelean por mantener los ecosistemas, la diversidad biológica y los recursos naturales del planeta. Y allí no es nada fácil. Generalmente son entornos viciados donde las mujeres bajan al barro para sacar la casa y familia adelante. Recogen agua para cocinar y limpiar, utilizan la tierra para la ganadería y buscan comida en ríos o arrecifes. Cada día interactúan con los recursos naturales y ecosistemas.

Además, son las primeras en sentir los efectos del cambio climático cuando tienen que recorrer distancias cada vez más largas para encontrar lo que necesitan y alimentar a su familia. La degradación medioambiental tiene graves consecuencias para todos los seres humanos, pero afecta en particular a los sectores más vulnerables de la sociedad, principalmente las mujeres, cuya salud es más frágil durante el embarazo y la maternidad.

Con todo esto, el reconocimiento de lo que las mujeres aportan o pueden aportar a la supervivencia del planeta y al desarrollo sigue siendo limitado. La desigualdad de género y la exclusión social continúan aumentando los efectos negativos de la gestión ambiental insostenible y, además, destructiva sobre las mujeres y las niñas. Las normas sociales y culturales discriminatorias les quitan voz. Así se ignoran los tremendos aportes que pueden hacer.

Ejemplos de fe, lucha y amor por el planeta

La buena noticia es que, a pesar de todo, están progresando y los Gobiernos cada vez recurren más a su experiencia y liderazgo cuando deben tomar decisiones importantes relativas al medio ambiente. Pero sí, aún queda muchísimo por hacer. La ONU hoy destaca la labor de activistas como la bióloga Christina García, directora ejecutiva del Ya’axché Conservation Trust en Belice, o Marciana Panameño, de la Asociación de Mujeres Piangüeras del Río Naya en Colombia.

Christina se enamoró desde pequeña de la playa, el mar, los corales y su fauna. Por eso dedica su vida a proteger esos parajes de la explotación comercial. De momento, ya lo ha conseguido en el Golden Stream Corridor Preserve. Logró que se unieran tres comunidades indígenas para derrotar a las corporaciones que querían modificar el paisaje de Belice. Marciana, por su parte, se enroló en una asociación que lucha por el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales, en concreto de las ‘piangüeras’, un molusco que habita en las raíces de los manglares. Estaba desapareciendo por la sobreexplotación. Ahora ya no. A pesar de las adversidades, Christina y Marcina son líderes y referentes. Que sirvan como ejemplo de fe, lucha y amor por el planeta.