Un paseo entre fiordos... ¡en el desierto de Namibia!
Hace 300 millones de años, los valles del noroeste de Namibia estaban cubiertos por el hielo. Hace poco, se han descubierto antiguos fiordos muy parecidos a los que encontramos hoy en día en Escandinavia.
Namibia se encuentra en el suroeste de África, y su nombre deriva de Namib, que significa "enorme" en lengua nama. El desierto de igual nombre abarca unos 80.000 kilómetros cuadrados, y está considerado el más antiguo del mundo, ya que está constatada su existencia en el Terciario. Además, se encuentran algunas de las dunas de mayor tamaño de nuestro planeta. Pero hace mucho tiempo, el paisaje era totalmente distinto al que vemos hoy en día.
Hace 300 millones de años, Namibia formaba parte del supercontinente de Gondwana, que en esos momentos se situaba cerca del Polo Sur. Además, en esta época se produjo la Glaciación de Karoo. Recientemente, un estudio dirigido por la Universidad de Rennes ha demostrado la existencia de fiordos y valles glaciares en la región de Kaokoland, en el noroeste del país.
Siguiendo el rastro de los antiguos glaciares
Esta investigación señala que el desplazamiento de las masas de hielo provocó una importante erosión, formándose valles largos y estrechos que el mar inundó posteriormente, formándose fiordos. A pesar de su antigüedad, han evitado ser borrados por la erosión y otros procesos geológicos que suelen arrasar este tipo de terreno. Sorprendentemente, esta zona está tan bien conservada que podría definirse como un paisaje glaciar fósil en lo que hoy es un desierto.
Los científicos que participaron en este estudio encontraron restos de antiguas morrenas (acumulaciones de rocas y otros materiales movidos y depositados por el hielo de los glaciares) en las laderas de algunos de estos valles. El roce del hielo provocó arañazos y surcos en las rocas (estrías), y también se han localizado drumlins: colinas lisas, alargadas y paralelas de sedimentos morrénicos.
Gracias a los actuales conocimientos de los sistemas de fiordos modernos, estos valles de Namibia se han podido identificar como paleofiordos. Aquí se puede comprobar cómo se veían los fiordos hace 300 millones de años, con la única diferencia de la ausencia del hielo, que desapareció hace mucho tiempo. Los investigadores pensaron en un primer momento que el modelado glaciar con el que se encontraron era actual, por su magnífico estado de conservación.
¿Un anticipo de cómo acabarán los glaciares que hoy en día están activos?
Conforme el hielo se fue retirando, el agua de mar inundó los fiordos. Se fueron rellenando poco a poco por procesos sedimentarios, algo que explica su gran estado de conservación. Más tarde, la erosión empezó a eliminar estos materiales, aflorando las rocas de los fiordos originales, que es lo que se puede ver actualmente.
Hoy en día, encontramos fiordos muy parecidos en Noruega y Groenlandia. Aunque éstos ejemplos modernos son de mayor tamaño, los procesos que se producen son muy similares a los observados en Kaokoland. Es posible que dentro de cientos de millones de años, algunos de los glaciares activos hoy en día tengan un aspecto muy similar a los paleofiordos del país africano.