Derribando mitos: la ciencia demuestra que la teoría de que el Sol está tras el calentamiento de la Tierra es equivocada

El segundo mito más usado por los negacionistas del cambio climático es que el Sol está motorizando el calentamiento global. Finalmente los climatólogos han hallado la prueba definitiva que demuestra que esta teoría es falsa.

Sol no es
El argumento de que el Sol es el principal responsable del calentamiento global, es el segundo argumento más mencionado por los negacionistas.

Por suerte para todos los que vivimos en este planeta, nuestro Sol, una estrella que se formó hace aproximadamente 4600 millones de años y que se podría considerar de edad intermedia entre las estrellas del universo, no ha cambiado drásticamente desde hace más de cuatro mil millones de años, y seguirá siendo bastante estable durante otros 5000 millones de años más.

Esta estabilidad del Sol, sumada al efecto invernadero debido a la presencia de la atmósfera terrestre, le confiere a nuestro planeta un rango de temperaturas superficiales que lo hacen habitable. Si fuese una estrella inestable, variando en forma sensible su irradiancia, la vida en la Tierra tal como la conocemos, sería imposible, aún en presencia de una atmósfera.

Afortunadamente, el Sol es una estrella estable

Algunos investigadores, la mayoría sin conocimientos académicos relacionados con las ciencias climáticas y otros abiertamente negacionistas pero autodenominados investigadores del clima, como el presidente de la Asociación de Realistas Climáticos, el bioquímico español Javier Vinós, indican que el IPCC ha calculado erróneamente el papel del Sol en el calentamiento global para atribuirle más importancia al cambio climático de origen humano.

Variaciones temperatura
Variaciones de la temperatura global (colores) durante los últimos 2024 años utilizando datos de PAGES2k (años 1-2000) y HadCRUT5 (2001-2024), que se muestran con cambios medidos en los niveles de dióxido de carbono atmosférico (línea negra).

Gracias a la ciencia, se ha verificado que el Sol es un tipo estable de estrella porque la cantidad de energía solar que alcanza la posición orbital media de la Tierra varía muy poco, y esto ha sido medido con gran precisión durante más de cuarenta años mediante sensores especiales a bordo de satélites: el valor medio es de 1.362 vatios por metro cuadrado, con una variación no mayor al 0.15 %, dependiendo de dónde nos encontremos dentro del ciclo de manchas solares de 11 años.

Pero eso no es todo. Durante los últimos 50 años, la radiación solar que llega al tope de la atmósfera ha mostrado una muy ligera disminución, aunque las temperaturas globales han seguido aumentando. Esto significa que tanto la energía solar entrante y como la temperatura media global son divergentes, lo que sugiere que el Sol no puede ser el motor de ese calentamiento.

The warming stripes (las franjas de calentamiento)

Edward Hawkins, más conocido como Ed Hawkins, es un científico climático de la universidad de Reading (Reino Unido), conocido globalmente por sus gráficos de visualización de datos que retratan el calentamiento global, llamados “las franjas de calentamiento”, que llevan la ciencia del cambio climático al público en general.

Warming stripes
Las icónicas franjas de calentamiento desarrolladas por Ed Hawkins serán parte de una exposición que destaca el diseño como agente de cambio en el Museo de Arte Moderno de Nueva York durante 2025.

En un artículo recientemente publicado en el Bulletin of the American Meteorological Society, escrito junto a nueve colegas del Reino Unido y de los Estados Unidos, plantea el origen y uso de la visualización climática de las 'franjas de calentamiento' para la comunicación, incluida la comprensión de los cambios climáticos a largo plazo y las consecuencias de futuras opciones de emisiones.

Barras globales
Esta novedosa forma de presentar las temperaturas medias globales, ha hecho más fácil entender el proceso de calentamiento global que estamos experimentando.

Además ampliaron el concepto de las franjas para explorar las variaciones de temperatura observada en todo el sistema climático, especialmente al revelar visualmente con esta metodología, un calentamiento de la troposfera y la parte superior del océano, y el enfriamiento en la estratosfera, absolutamente coherente con la comprensión actual de la Influencia humana en el clima.

Abajo caliente, arriba frío

Usando las franjas de calentamiento, el equipo halló que sobre la troposfera (normalmente los 10 a 15 km más bajos de la atmósfera), las franjas de calentamiento tienen características muy similares a las franjas de calentamiento de la superficie, y los años más cálidos se produjeron predominantemente en las últimas dos décadas.

Por otra parte, las franjas de calentamiento sobre la estratosfera (normalmente de 10 a 50 km) revelan una tendencia al enfriamiento, con los años más cálidos alrededor de 1980 y los más fríos durante la última década.

Pese a ello, 2024 fue el año más cálido registrado en todos los niveles troposféricos.

La tendencia al enfriamiento se debe a dos razones.

  • En primer lugar, el aumento de los niveles de dióxido de carbono incrementa la emisión de radiación infrarroja, un efecto que se intensifica con la altitud.
  • En segundo lugar, existe una menor absorción de la radiación solar debido a la disminución del ozono estratosférico por la actividad humana, que alcanzó su punto máximo a mediados de la década de 1990. Este efecto es más intenso en la estratosfera inferior y se espera que disminuya a medida que se recuperen los niveles globales de ozono, gracias al Protocolo de Montreal.
Franjas de calentamiento
Franjas de calentamiento para la superficie y las profundidades oceánicas (1960-2024), y para diferentes capas de la atmósfera (1979-2024). Se muestran diferentes escalas de color para la estratosfera, la troposfera, la capa superior y las capas más profundas del océano, separadas por líneas horizontales grises.

La tendencia opuesta en las franjas de calentamiento de superficie -representativas de la troposfera- comparadas con las de la estratosfera, es coherente con la comprensión de las consecuencias de un mayor efecto invernadero y la reducción de los niveles de ozono estratosférico, constituyendo así la huella esperada de la influencia de las actividades humanas en el sistema climático global.

Referencia de la noticia:

Ed Hawkins, Richard G. Williams, Paul Young, Jeff Berardelli, Samantha N. Burgess, Ellie Highwood, William Randel, Vassil Roussenov, Doug Smith and Bernadette Woods Placky . Warming Stripes spark climate conversations: from the ocean to the stratosphere. Bulletin of the American Meteorological Society. 02 Apr 2025