¿Cuánto plástico podemos comer sin enfermar? Los científicos explican el impacto de los nanoplásticos en nuestra salud
Un nuevo estudio realizado por un equipo internacional de científicos ha sido el primero en revelar el alcance de la exposición humana a sustancias químicas en contacto con alimentos: los resultados son muy impactantes.
Un estudio reciente publicado en el Journal of Exposure Science and Environmental Epidemiology analiza la exposición generalizada de los seres humanos a sustancias químicas que entran en contacto con los alimentos (FCC).
Estas sustancias migran a los alimentos y, a través de ellos, al cuerpo humano. Este estudio ha detectado miles de FCCs en humanos, algunas de ellas altamente preocupantes por sus propiedades tóxicas y su relación con problemas de salud pública.
Detectaron más de 3.600 FCCs en humanos
Los FCCs se encuentran en plásticos, papeles, cerámicas y otros materiales empleados en la conservación y transporte de alimentos. Estas sustancias, que superan las 14.000 identificadas, incluyen compuestos conocidos por causar efectos adversos, como alteraciones hormonales, daño celular y potenciales riesgos cancerígenos.
Los autores compararon estos 14.000 FCCs conocidos con datos de cinco programas de biomonitoreo humano, tres bases de datos de metabolomas/exposomas y la literatura científica. Esto reveló la evidencia de 3.601 FCCs presentes en humanos, lo que representa el 25% de los FCC conocidos.
A pesar de su extensión, un alto porcentaje no ha sido evaluado completamente en cuanto a su nivel de toxicidad. De hecho, los expertos han alertado de grandes lagunas en los datos de biomonitoreo y toxicidad.
¿Cómo llegan al cuerpo humano?
La migración ocurre cuando las sustancias químicas de los materiales de contacto se transfieren al alimento debido a factores como calor, humedad o almacenamiento prolongado.
Una vez ingeridas, estas sustancias pueden acumularse en tejidos y órganos, siendo detectadas en sangre, orina y otros fluidos corporales.
Los impactos en la salud humana
Estas pequeñas partículas tienen un impacto indirecto y a su vez directo sobre los seres humanos como consecuencia en la alimentación de nuestro día a día.
- Sustancias de alta preocupación: de los FCCs detectados en humanos, 80 tienen propiedades que generan preocupación. Estas incluyen disruptores endocrinos, sustancias persistentes y compuestos con efectos tóxicos crónicos, capaces de alterar funciones celulares clave y provocar enfermedades a largo plazo.
- Acumulación en el organismo: El estudio destaca que los FCCs más detectados en biomonitorización provienen de plásticos usados ampliamente, como envases de alimentos. Estos compuestos se acumulan en el torrente sanguíneo y tejidos, generando estrés oxidativo y debilitando sistemas como el inmune y el endocrino.
- Efectos desconocidos: Aunque se ha avanzado en la detección de FCCs, gran parte carece de datos completos sobre su impacto tóxico. Esto dificulta establecer límites seguros de exposición y tomar decisiones informadas para reducir riesgos.
Oportunidades para mejorar la salud pública
La reducción de FCCs en los envases abre un mundo a las investigaciones, como las realizadas por el equipo de la Tokyo University of Science, subrayan la necesidad de regular y limitar las sustancias peligrosas en materiales de contacto con alimentos.
Esto incluye el desarrollo de alternativas seguras y biodegradables. Biomonitorización y políticas públicas. Los resultados de estudios biomonitorizados son cruciales para identificar los FCCs prioritarios y establecer estrategias de mitigación.
Por otra parte, el acceso a herramientas interactivas, como el “FCChumon Dashboard,” permite a los responsables políticos y la industria tomar decisiones más seguras y transparentes.
Referencia de la noticia:
Geueke, B., Parkinson, L.V., Groh, K.J. et al. Evidence for widespread human exposure to food contact chemicals. J Expo Sci Environ Epidemiol (2024). https://doi.org/10.1038/s41370-024-00718-2.