¿Sabías que antes septiembre era el séptimo mes del año? ¿Por qué ya no lo es?

Hubo un tiempo en que septiembre era el séptimo mes del año en el calendario en uso, y la huella permanece hasta hoy en el nombre. Aquí te explicamos el por qué de este cambio.

septiembre
El mes de septiembre, hace miles de años, era el séptimo del calendario, no el noveno. Por eso se llama así.

Hemos llegado a septiembre, el noveno mes del año en el calendario actualmente en uso, que es el calendario gregoriano.

Este mes tiene treinta días y marca el comienzo de la primavera en el hemisferio sur. De hecho, la primavera meteorológica comienza el 1 de septiembre, mientras que la astronómica lo hace el día del equinoccio, que en este 2024 será el domingo 22.

Pero, ¿por qué se llama así el mes de septiembre? Descubriremos en este artículo que solía ser el séptimo mes del calendario, y que su nombre está ligado precisamente a esta característica del pasado.

El antiguo calendario romano

Hasta el año 46 a.C., cuando el calendario romano seguía vigente en la antigua Roma, el año comenzaba el 1 de marzo. El calendario era algo distinto del actual y se basaba principalmente en los ciclos lunares. Sólo tenía diez meses, que empezaban en marzo y terminaban en diciembre.

En total, el año duraba 304 días y no existían los meses de enero y febrero. Los nombres de los meses de septiembre, octubre, noviembre y diciembre, que eran el séptimo, octavo, noveno y décimo mes del año, respectivamente, conservan vestigios de aquel antiguo calendario.

Julio y agosto se llamaban "quintilis" (quinto mes) y "sextilis" (sexto mes) en latín, y posteriormente se dedicaron a Julio César y Augusto tras las grandes reformas, por lo que sus nombres se cambiaron a "julio" y "agosto".

El calendario romano de Numa Pompilio

Según Tito Livio en su «Historia de Roma desde su fundación», fue el segundo rey de Roma, Numa Pompilio, (que reinó en el periodo 754 a.C.-673 a.C.) quien introdujo el actual calendario de doce meses. Con su reforma, se introdujeron los meses de enero (mes dedicado a Jano, el dios de los comienzos) y febrero.

Estos dos meses se colocaban al final del año, pero el calendario seguía abierto desde el mes primaveral (en el hemisferio norte) de marzo.

La reforma del calendario juliano

La reforma de este calendario llegó en el año 46 a.C., promulgada por Julio César. A partir de entonces, el calendario se llamaría "juliano" en homenaje a su fundador, y se utilizaría hasta 1582, año de la reforma gregoriana que dio origen al calendario que seguimos utilizando hoy en día.

Con la reforma juliana, que introdujo un calendario muy similar al actual, el año comenzaba en enero, seguido de febrero, y marzo pasaba a ser el tercer mes del año. Una importante innovación introducida por la reforma fue la inclusión de años bisiestos cada cuatro años.

El calendario juliano se utilizó hasta 1582, cuando la introducción del calendario gregoriano (llamado así por el Papa Gregorio XIII, que lo introdujo con la bula papal Inter gravissimas), subsanó algunos errores que se habían acumulado a lo largo de los siglos.

Septiembre, el séptimo mes se convierte en el noveno

Septiembre se llama así porque era el séptimo mes del antiguo calendario romano, anterior por tanto a la gran reforma promulgada por Julio César. Esta impronta en el nombre del mes se mantuvo en los siglos siguientes, incluso cuando -con la inclusión de enero y febrero como primer y segundo mes del año- septiembre pasó a ser el noveno.

Lo mismo ocurre con octubre, noviembre y diciembre, que solían ser los meses octavo, noveno y décimo del año.