¿Cuándo deberían abrirse las piscinas municipales?
A las puertas del verano, todos deseamos darnos el primer baño del año. Ya hay piscinas municipales abiertas, pero otras no lo harán hasta junio. ¿Cuándo deberían hacerlo?
Con la llegada de los primeros días calurosos de la primavera, todos nos apresuramos a tener nuestros bañadores preparados para broncearnos lo antes posible. Habitualmente entre abril y mayo las temperaturas empiezan a invitar a tumbarnos al sol.
Otra cosa es el primer baño del año. Semana Santa suele ser una buena oportunidad para acercarse a la playa, abierta todo el año para quien lo desee, pero con el agua tan fría pocos valientes se atreven a remojarse. Algunos se arriesgan y acaban con un buen resfriado.
Con las piscinas nos encontramos con la peculiaridad que necesitan acondicionarse. Deben poner a punto su maquinaria de tuberías y filtros, tratar el agua con productos, limpiar las losetas, contratar un socorrista... Todo esto hace que ir a una piscina no sea gratuito.
A expensas del tiempo
Una de las peleas que suele haber en las comunidades de vecinos que cuentan con una piscina es la fecha en la que debe abrirse. Lo mismo pasa en septiembre con la decisión de cuándo debe cerrarse. Cada día de apertura cuesta dinero. Y esta decisión no puede tomarse de un día a otro.
Con las piscinas municipales sucede exactamente lo mismo. El inicio de temporada de baño suele programarse con antelación. Y esta decisión puede llegar a costar cara. Cada día de apertura sin visitantes es una pérdida económica.
Como ejemplo, lo que ha sucedido este año en Madrid. Sus piscinas municipales abrieron el día de San Isidro, el pasado 15 de mayo. El calor era abrasador. Podrían haber abierto días antes porque ya superaban los 30 grados con creces. ¿Pero qué sucedió a partir de ese día? Desplome de las temperaturas y bañadores de nuevo en el armario.
La mayoría de piscinas municipales de España abren el 1 de junio, así como las piscinas de las comunidades de vecinos. ¿Qué tiempo hará a partir de ese día? ¿Hará suficiente calor como para que la gente acuda? No lo podemos saber. Y el cierre de las piscinas el 15 de septiembre, ¿es demasiado prematuro?
Una necesaria flexibilidad
Por ahora, y espero que nunca sea así, el tiempo no se puede modificar. Programar una apertura de las piscinas, y esperar que el tiempo acompañe, es un riesgo que se tiene que correr. Habitualmente la administración suele ser reacia a modificaciones de fechas, como la del primer día de piscina. Pero por la meteorología, debería hacerse.
Con la tecnología que tenemos hoy en día, y la fiabilidad de las previsiones del tiempo, es fácil saber si las condiciones ambientales permiten un día de baño. Conocer con antelación la temperatura, si lloverá o si se espera actividad eléctrica, está ya a nuestro alcance. Podría ir de la mano de una buena gestión de las piscinas para así permitir un ahorro económico.
De esta manera, lo mejor sería programar la temporada de piscinas acorde a un pronóstico del tiempo. Si el verano se adelanta, también debería hacerse la apertura de piscinas. Igualmente si el verano se alarga, debería prolongarse unas semanas más.
Cambio climático y piscinas
Los veranos son cada vez más largos. Según la Agencia Estatal de Meteorología, actualmente el verano en España dura cinco semanas más que en los años 80. Esto obliga a replantearse la temporada de baño, tanto en playas como en piscinas.
Cada año que pase, si todo sigue así, el calor llegará antes. Lo mismo sucederá en septiembre. De hecho, estos últimos años estamos teniendo meses de octubre con un tiempo maravilloso. El cambio climático nos va a regalar más días de piscina.