¿Cuáles fueron los huracanes más destructivos y mortíferos?
Cuando los huracanes llegan a zonas habitadas sus efectos son devastadores. Estados Unidos encabeza la lista de países afectados por mortíferos sistemas que generaron enormes pérdidas económicas.
Los huracanes son fenómenos meteorológicos de extrema violencia y gran escala. A la hora de clasificarlos se lo hace fundamentalmente por la intensidad del viento sostenido que lo rodea, aunque otros eventos como lluvias excesivas, y el daño provocado por el aumento en el nivel del mar son otros factores asociados a su peligrosidad.
Ahora, al intentar definir cuál ha sido el huracán que generó más daño, la respuesta dependerá en función del parámetro que se tome, como lo define Live Science, que intentó ahondar en esta cuestión. Es que lo podríamos dimensionar en función del cesto económico o de la pérdida en vidas humanas, por ejemplo.
Si se toma como referencia el daño económico, el huracán Katrina sería el ganador. Este huracán ocurrió en 2005, y en Estados Unidos afectó desde Florida hasta Luisiana. Se estima que los daños ocasionados superaron los 125000 millones de dólares de 2022.
Aún así, un sistema que golpeó Florida en 1926 podría haber sido aún mas destructiva. Hay que decir que Katrina se llevó la vida de más de 1800 personas entre los días 23 y 30 de agosto de ese año, y también afectó bastante a Cuba y Bahamas.
El huracán de 1780, el más mortífero
Si esa medida se hace teniendo en cuenta el número de muertes, el más mortífero ha sido un huracán que afectó a el Caribe en 1780, que según datos recopilados por historiadores, habría producido más de 22000 muertes.
Un estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) y citado por Live Science, intentó hacer el análisis de todos los ciclones tropicales, pero enfocándose mayormente en los posteriores a 1900, dejando el resto para el trabajo de historiadores con datos que difícilmente se pueden contrastar.
La reina Katrina
Para tener una mayor idea del impacto económico de Katrina, si a las pérdidas directas que mencionamos antes, se le suman pérdidas indirectas, ese número asciende casi a los 186000 millones de dólares de 2022.
La Oficina Presupuestaria del Congreso de Estados Unidos en 2019 previó pérdidas anuales causadas por huracanes en 54000 millones de dólares de 2022. O sea que el coste de Katrina fue casi 3 veces y media mayor, representando el 1% del Producto Bruto Interno de ese país.
La gran devastación de este huracán se concentró en Nueva Orleans, donde el aumento en el nivel del mar por la fuerte marejada ciclónica rompió las defensas de la ciudad que terminó bajo el agua y sufrió mucho los efectos, tanto en vidas como en daños materiales. El daño de Katrina quedó grabado a fuego en los habitantes de Nueva Orleans que nunca dejarán de recordarlo.
¿Y después de Katrina?
El segundo en la lista es el más próximo en el tiempo, Harvey. Este huracán ocurrió en 2017, y su principal fuerza de daño se generó por la acumulación de lluvias, que afectó especialmente al sudeste de Texas, y en forma muy directa a Houston.
El coste de sus daños ascendió a 1490000 millones de dólares de 2022. Estos dos huracanes, Katrina y Harvey, han sido los dos más costosos a nivel global. Es lógico pensar que eso es así, porque el costo de daño es mayor en países que tienen más infraestructura.
El tercero en la lista fue María, que azotó Puerto Rico en 2017 (el mismo año de Harvey), y causó daños por 107000 millones en dólares de 2022. Siguen en la lista Sandy que inundó a Nueva York y anegó a su red de metro, con daños materiales estimados en 82000 millones de dólares. En 2021, Ida inundó Luisiana y además generó muchos tornados, con un coste de 79000 millones de dólares.
El sexto lugar de la lista lo ocupa el huracán Irma de 2017 (sin duda fue un año extremo) azotó varias islas del Caribe, incluido Puerto Rico, causando un total de 59500 millones de dólares en daños materiales y de infraestructuras. Este análisis cuenta a los huracanes del Atlántico, pero otros ciclones tropicales como el tifón Hagibis, en 2019, le costó a Japón unos 15000 millones de dólares de 2019 en daños.