¿Cuál es la montaña más alta de nuestro sistema solar?
La mayor montaña de nuestro sistema solar supera los 20 kilómetros de altura y en realidad es un gigantesco volcán. A su lado, las grandes codilleras de la Tierra se quedan muy cortas. ¿Dónde está?
Para responder a esta pregunta no hace falta irse muy lejos. Tan solo tendremos que recorrer 54,6 millones de kilómetros hasta el planeta rojo: Marte. En la región de Tharsis Montes, cerca de ecuador del planeta, se erige el Monte Olimpo, el volcán más grande del sistema solar. El Monte Olimpo es un coloso de 25 kilómetros de altura, tres veces más alto que el Everest. Su anchura es de 601 Km, comparable al tamaño del estado de Arizona.
Un gigantesco volcán de tipo escudo
Este volcán es del tipo escudo creado por lava de baja densidad que fluye lentamente por las vertientes, pudiendo recorrer largas distancias antes de solidificarse. El resultado es una montaña con poca pendiente (solo un 5%), sin cumbres escarpadas pero que puede alcanzar grandes dimensiones. Su forma asemeja la del escudo de un guerrero, de ahí el nombre. Desde la base, una persona no podría ver la cima ni aunque se alejara a una distancia considerable.
Sobre el Monte Olimpo, hay pocos cráteres si lo comparamos con el terreno marciano en general, lo que podría ser un indicador de que las capas de lava superficiales son relativamente nuevas, con una última erupción que dataría de hace 25 millones de años. Esto hace pensar que podría tratarse de un volcán activo con potencial de entrar en erupción.
Sobre la cima del volcán podría haber glaciares rocosos que albergaran agua, aunque esta hipótesis todavía no ha podido ser corroborada.
¿Por qué no tenemos un volcán así en la Tierra?
El volcán activo de mayor altura en nuestro planeta es el Mauna Loa situado en Hawaii. Con una elevación de 4169 metros sobre el nivel del mar y 5271 Km2 de área, no le llega ni a la suela de los zapatos al Monte Olimpo. ¿Cuáles son los factores que explican una elevación tan humilde respecto a la del planeta rojo?
Algunas hipótesis lo atribuyen a la menor gravedad superficial de Marte y una mayor actividad eruptiva que permitieron que la acumulación de lava en Marte alcanzara mayor altura sin que colapsara por su propio peso. La actividad tectónica es otro factor crucial: Marte tiene un movimiento tectónico muy limitado. Cuando la lava fluye hacia la superficie, se va acumulando en un mismo punto, sin apenas desplazamiento.
A esto hay que sumarle la larga vida de los volcanes marcianos respecto a los terrestres. Analizando meteoritos marcianos volcánicos, los científicos establecieron ciclos de vida de más de 90 millones de años. Los volcanes terrestres solo se mantienen activos durante unos pocos millones de años.
El punto más bajo de Marte podría albergar agua
Ahora vamos al otro extremo. El lugar más deprimido de la superficie marciana se encuentra en el fondo del cráter de un meteorito masivo. Este cráter fue bautizado como Hellas Planitia y se encuentra en el hemisferio sur del planeta. Tiene un diámetro aproximado de 2300 kilómetros y 9 kilómetros de profundidad.
Dentro de este enorme cráter hay otros de menor tamaño resultado de impactos de meteorito posteriores. La presión atmosférica en el fondo de estos cráteres es superior a la de la superficie, por lo que estos lugares recónditos podrían albergar agua sepultada bajo espesas capas de polvo.