¡Increíble! Un cráter de meteorito ha sido descubierto en un viñedo francés
¡Un vino francés con sabor a meteorito! Las uvas de una finca vitivinícola han crecido en el cráter formado por un meteorito antiguo. Se sospechaba, pero ahora por fin han encontrado evidencias.
Muchos meteoritos han golpeado la Tierra durante millones de años, incluso son sospechosos de ser los responsables de la extinción de los dinosaurios. Sin embargo, los cráteres de meteoritos aún visibles hoy en día son raros. Solo hay enumerados 190 cráteres de meteoritos según Earth Impact Database.En Europa, únicamente se conocían tres de ellos hasta ahora: Rochechouart en Nueva Aquitania (Francia), Ries de Nördlinger entre el Jura de Suabia y el Jura de Franconia, y la cuenca de Steinheim cerca de Heidenheim en Baden-Württemberg (ambos en Alemania). Ahora, se suma a la lista este nuevo cráter descubierto.
El geólogo Frank Brenker de la Universidad Goethe de Frankfurt, encontró un cráter de meteorito en la bodega "Domaine du Météore". Estos viñedos se encuentran en una depresión redonda de unos 220 metros de diámetro y casi 30 metros de profundidad, de ahí el nombre de la bodega.
Este cráter ya había suscitado debate desde 1950 entre la comunidad científica, que no lograba ponerse de acuerdo sobre el origen de su formación. Sin embargo, el profesor alemán no tuvo dudas en argumentar su hipótesis. Según Frank, los cráteres se pueden formar de muchas maneras. Bien es cierto que, en este caso, las interpretaciones que había en un principio nunca fueron convincentes desde un punto de vista geológico.
El geólogo, ayudado por su esposa, recolectó muestras de rocas para analizarlas en el laboratorio de la universidad donde trabaja. Después de estudiar las muestras... ¡terminaron encontrando los primeros signos de impacto de un meteorito!
Las evidencias encontradas
El análisis mostró que las capas de color oscuro en una de las lutitas (roca sedimentaria), que generalmente solo incluyen un mayor porcentaje de mica, podrían ser vetas de choque producidas por el aplastamiento y fractura de la roca, causada por un impacto.
El profesor Brenker también encontró unas piezas angulares de roca unidas por una especie de "cemento", que también pueden ocurrir durante el impacto de un meteorito. Otro aspecto a destacar es que el campo magnético de la Tierra en el cráter es ligeramente más débil que en el área circundante.
Cuando un meteorito choca contra la Tierra, el impacto rompe o incluso puede derretir la roca, lo que puede contribuir a que el campo magnético de la Tierra sea menor. El geólogo y su equipo también encontraron pequeñas formaciones esféricas de óxido de hierro de hasta un milímetro de diámetro.
Los análisis de estas esférulas, ya encontradas en otros cráteres de meteoritos, revelan que contenían hierro, níquel y un núcleo de minerales propios del entorno de un cráter. Además de esto, el equipo descubrió numerosos "microdiamantes" de choque producidos por la alta presión generada en el impacto del meteorito.
Estos últimos se forman por la abrasión de un meteoroide en la atmósfera o durante un fuerte impacto, cuando una gran parte del hierro del meteorito se derrite y luego reacciona con el oxígeno del aire.