Polémica de la carne, el dato: su consumo genera el 14,5 % de los GEI
Debatir sobre impacto ambiental y consumo de carne es un problema bastante longevo, aunque en los últimos días haya estado 'en boca' de muchos. ¿Por qué contamina tanto el consumo de carne y qué debemos hacer?
Actualmente, el consumo exacerbado de carne es una de las cuestiones alimentarias más importantes, y más después de la polémica generada recientemente. Su consumo ha alcanzado niveles insostenibles en varios países desarrollados y, por supuesto, ayuda a que el calentamiento global sea un poco más irreversible. España, por ejemplo, es el segundo país europeo que más carne consume por persona al año.
La carne y la crisis climática
La ganadería es responsable de la emisión del 14,5 % de los gases de efecto invernadero (GEI), según el último informe del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC). Entre los gases que emite, encontramos el metano y el óxido nitroso, mucho más potentes -a efectos de retener calor- que el CO2 y provenientes de las emisiones tanto directas como indirectas de un modelo de agricultura dependiente del petróleo y de los plaguicidas.
Para que nos hagamos una idea, la ganadería compite con la cantidad de GEI emitidos por el transporte. A eso hay que añadir otras emisiones relacionadas indirectamente con la actividad ganadera: la deforestación y el transporte de mercancías.
Actualmente, más allá de la problemática con el calentamiento global, la Organización Mundial de la Salud ha tildado el consumo de carne procesada y de carne roja como 'carcinógena'. Este aspecto combinado con otros factores, como la falta de ejercicio, ayudan a deteriorar nuestra salud y provocan enfermedades cardiovasculares, sobrepeso y obesidad.
¿Hay alguna solución?
El pasado año 2017, España consumió un 5 % menos de carne que el año anterior. Ese dato supuso casi el ahorro de 2 millones de toneladas de CO2. Si queremos tener un impacto positivo con nuestro planeta, deberíamos reducir el consumo cárnico. Según varios estudios publicados estos últimos años, deberíamos comer menos carne, más productos locales y sobre todo de temporada.
Un informe publicado en el World Resources Institute apoya que los habitantes de los países desarrollados reduzcan su consumo de carne vacuna, con el objetivo global de lucha contra el cambio climático en el horizonte de 2050.
Muchos partidarios de rebajar el consumo de carne, utilizan alguna de las siguientes formas para reducir su consumo y el de los lácteos, y así ayudar a nuestro planeta: disminuir las porciones, planificar el menú y no apostar 'todo' por la carne, consumir de manera ecológica y exigir una dieta menos cárnica. ¿Podremos hacerlo?